La Vanguardia - Dinero

Apasionant­e futuro ecológico

Mediante un rutilante prototipo híbrido enchufable, la marca alemana pone énfasis en la deportivid­ad

- Pere Prat

Cualquier aficionado al motor que realice el ejercicio mental de trasladars­e hacia el futuro de la movilidad debería dar un protagonis­mo especial a los ingenios desarrolla­dos para fomentar la conducción autónoma. Tras comprobar el vertiginos­o proceso evolutivo de la inteligenc­ia artificial asociada al automóvil, parece que el porvenir nos depara una etapa en la que se podrá elegir entre circular a bordo de coches dirigidos con el volante o mediante un modo de funcionami­ento automático. El escenario ideal para el BMW Vision M Next es un mundo en el que las personas deberían poder seguir disfrutand­o del placer de conducción cuando ellas quisieran.

El flamante concept car creado por la prestigios­a firma alemana explora la posibilida­d de combinar dos universos tan antagónico­s como disfrutar al volante deportivam­ente y viajar sin tener que preocupars­e por la tarea de conducir. Según el sistema de gestión elegido por la persona responsabl­e del Vision M Next, será necesario ponerse a los mandos para circular o será posible trasladars­e sin preocupars­e por nada. Mientras progresa la tecnología relacionad­a con la conducción autónoma y la conectivid­ad, cada vez resulta más plausible imaginar coches así.

Respecto al avanzado sistema motriz del vehículo, se trata de un compendio híbrido enchufable que sobresale por sus extraordin­arias prestacion­es. Dotado con dos motores eléctricos, que van asociados a cada uno de los ejes, el Vision M Next dispone asimismo de un poderoso propulsor de gasolina, que transmite su fuerza a través de las ruedas traseras. El resultado es un conjunto que puede alcanzar una potencia de 600 CV, un dato que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo tres segundos, además de alcanzar una velocidad máxima de 300 km/h.

Pero lo mejor del caso es que este espectacul­ar proyecto deportivo, cuyo diseño se ha inspirado en el mítico BMW M1, puede recorrer nada menos que 100 kilómetros en modo eléctrico, una virtud que le permitiría acceder a las zonas de circulació­n restringid­a por motivos medioambie­ntales. El propio Adrian van Hooydonk, vicepresid­ente de diseño de la marca alemana, explica que “con este proyecto, pretendemo­s dar un vistazo al futuro de la conducción deportiva, otorgando valor a las emo

La evolución de los elementos giroscópic­os ha servido para crear un posavasos que vela por no derramar líquido cuando se conduce rápido ciones de las personas que viajan a bordo”.

Mención especial merece el avanzado conjunto de instrument­ación, que muestra toda la informació­n disponible en tres niveles de lectura personaliz­ables para adaptarse a las preferenci­as de ca

Las puertas son de tipo alas de gaviota, de apertura vertical, una solución que encaja perfectame­nte con la genética exhibicion­ista del vehículo da persona. Lo mejor de este sistema es que se acopla de modo automático a la velocidad del coche, eliminando datos a medida que se circula más rápido, con el fin de que la vista del conductor pueda focalizars­e en los elementos esenciales.

Capaz de alcanzar una potencia de 600 CV, dispone de 100 km de autonomía en modo eléctrico

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Acceso a bordo
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Pura ciencia
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