Diversión en formato ecológico
El mito playero sobre ruedas de los años sesenta se proyecta hacia el futuro con un carismático prototipo
Retroceder hasta la década de los sesenta, además de trasladarse mentalmente a la costa de California, permite poner en contexto el flamante ejercicio de tecnología y diseño realizado por Volkswagen. Y es que los responsables de la firma alemana han aprovechado el carisma que acumuló en su época la moda buggy, una peculiar tipología sobre ruedas nacida para disfrutar de inimitables sensaciones de conducción sobre arena, para crear un concept car destinado a causar admiración entre los aficionados a los coches lúdicos de verano..
El llamativo diseño del ID Buggy se ha inspirado en los simpáticos vehículos playeros de antaño, aprovechando su carismática estampa para proyectarse hacia un futuro de movilidad dominada por las fuentes de energía respetuosas con el medio ambiente. Por este motivo, se ha optado por dotarlo con un sistema de propulsión eléctrico, basado en la plataforma modular MEB. Este compendio de propulsión está destinado a ser el eje tecnológico que compartirá la inminente oleada de coches de gama media alimentados mediante baterías empleado por las marcas del Grupo VW.
La peculiar filosofía estructural del ID Buggy encaja perfectamente con la intención que han destacado últimamente los principales directivos alemanes. Se trata de ofrecer su innovadora plataforma eléctrica como un producto de nueva generación que puede ser comprado por cualquiera. Los clientes podrían ser otros fabricantes de coches que no dispongan del poderío tecnológico indispensable, o carroceros que le acoplen sus creaciones. En realidad, el osado prototipo desarrollado por la firma alemana es la suma de dos elementos tan diversos como independientes. Por una parte, está la base eléctrica de motricidad, mientras que la carrocería es un simple conjunto de elementos diseñados para acoplarse sin complicaciones.
Dado que estamos ante un vehículo de vocación recreacional, que no ha sido pensado para cubrir viajes de largo recorrido, contar con una autonomía de funcionamiento de 250 kilómetros se antoja un alcance más que suficiente. Lo mejor del caso es que el motor eléctrico entrega una potencia de 204 CV, un poderío considerable que permite disfrutar de intensas sensaciones surfeando sobre ruedas en la arena. La madurez del coche se pone de relieve a través de las explicaciones de los ingenieros, que han previsto incluso una versión dotada con tracción integral para más adelante. El ID Buggy es un apasionante biplaza, pero las cotas de su carrocería están pensadas para desarrollar una evolución que dispondrá de cuatro asientos.
Para gozar de la aventura sin tener que preocuparse del polvo, este coche sin puertas ni techo adopta materiales que permiten limpiar el habitáculo a chorro de manguera. Al estar destinado al ocio en estado puro, se ha apostado por una instrumentación minimalista.
Dotado con un motor de 204 CV de potencia, sus baterías alcanzan 250 kilómetros de autonomía