Devorador de senderos montañeros
El Huracán se transforma en un radical prototipo que explora los límites de los coches fuera del asfalto
Antes de la irrupción del poderoso Urus resultaba bastante complicado intentar imaginarse la morfología automovilística que debería aplicarse para crear un Lamborghini en formato SUV. Pero a tenor de los elogios que ha despertado su flamante modelo de inspiración montañera, lo cierto es que el resultado ha superado todas las expectativas. Lejos de quedarse dormida, la marca italiana ha decidido crear un imponente concept car denominado Sterrato, destinado a trasladar fuera de las vías asfaltadas la radical genética deportiva del Huracán.
Antes de entrar en los detalles de este flamante proyecto, vale la pena refrescar la memoria de los aficionados a la historia del automovilismo deportivo. Y es que ni una pieza sobre ruedas tan especial como el Sterrato puede desvincularse por completo de ciertos antecedentes. No en vano, la propia Lamborghini cuenta en su carismática trayectoria con dos ejemplos que merecen ser considerados como sendas fuentes de inspiración para el bólido montañero que acaba de nacer. Nos referimos al Jarama Rally de 1973 y al Urraco Rally de 1974, dos joyas derivadas de coches deportivos que luchaban en su época por ser ejemplo de rapidez sobre tierra.
El origen del Sterrato queda claro al primer vistazo, puesto que la carrocería mantiene los rasgos fundamentales del Huracán, el modelo de producción que ha ejercido como base para la ejecución de la inusitada interpretación que nos ocupa. Para devorar las sendas montañeras más abruptas a ritmo de vértigo sin sufrir por los bajos del coche, los responsables del proyecto han optado por incrementar 47 milímetros la distancia libre al suelo. Además, se ha apostado por montar diversos elementos de protección bajo el vehículo. Mención especial merecen los neumáticos, que mejoran el confort y rebajan el riesgo de pinchazos al contar con mayor perfil.
El brutal motor atmosférico de gasolina de 5.2 litros de cubicaje que se esconde en las entrañas del Huracán se ha mantenido intacto. Esta joya mecánica puede alcanzar una potencia máxima de 640 CV, un dato que permite sospechar las tremendas prestaciones que será capaz de desplegar el Sterrato. Para una ocasión tan especial, los ingenieros de electrónica han desarrollado un programa específico, destinado a mantener intacta la sensación de control mientras el coche está derrapando.
Dotado con un avanzado compendio electrónico que aplica criterios de lógica predictiva, el Sterrato adapta múltiples criterios de respuesta del conjunto de suspensiones para anticiparse a las órdenes del conductor. Pero de poco serviría disponer de chips de última generación si no se contara con un magnífico tren rodante, compuesto por tracción integral y dirección a las cuatro ruedas, un dueto que garantiza reacciones nobles ante cualquier condición de uso.
Para circular por la montaña sin temor se ha incrementado 47 milímetros la altura libre al suelo