Donaciones artísticas
La filantropía juega un papel importante entre la clase adinerada norteamericana. No solo la legislación les ayuda con desgravaciones fiscales, también hay una fuerte consciencia de devolver a la sociedad aquello que uno ha recibido. Por lo que no ha sorprendido que el coleccionista americano Martin Z. Margulies, afincado en Miami, haya decidido, en plena crisis por el coronavirus, donar cuatrocientas obras de su importante colección de arte contemporáneo a organizaciones sin ánimo de lucro que tengan por misión promover, exponer o apoyar el trabajo de artistas vivos y se hayan visto especialmente afectadas por la pandemia.
Espectacular instalación de Ernesto Neto en una de las salas
Hablar de la colección Margulies en el mundo de arte es hablar de una de las fundaciones privadas que hay que visitar anualmente en el barrio artístico de Wynwood durante la feria de Miami Art Basel, junto con la de los Rubell, el ICA o el Perez Museum. De trato amable y con muy buen ojo, los Margulies empezaron su exquisita colección hace más de 40 años con la voluntad de utilizar el arte como plataforma para nutrir la comunidad artística y ayudar a romper la cadena de pobreza social a través de la educación.
Las instituciones elegidas han recibido una lista de las cuatrocientas obras seleccionadas de su colección de relevantes artistas del siglo XX. Al lado de la ficha de cada obra, constaba el precio que se pagó originariamente por ellas, con el fin de que eligieran la que más les interesase y así, una vez formalizada la donación, pudiesen venderla, ayudando a los artistas en un momento que es complicado recaudar fondos. En palabras de Martin Z. Margulies, “El mundo del arte ha sido generoso conmigo a lo largo de muchos años, por lo que quiero hacer mi aportación, ayudando en este momento que tantos creadores están pasando dificultades”.