PINTURA HUELLA
Pintura y escultura
Galería Iturria, Cadaqués | Precios de 700 a 10.000 euros | Tel.: 972-259-232 | www.galeriaiturria.com
El cuadro es siempre un manuscrito hechicero a descifrar, una partitura a interpretar. La huella de un corazón solitario que espera el veredicto del ojo, que el cerebro le transmite. Para René Char, “un poeta debe dejar huellas, no pruebas. Solo las huellas hacen soñar”.
Así, el pintor; así, la pintura, cuya forma es la huella, ahormada de emoción y misterio, que es la que nos hace sentir, soñar, por la magia de su secreto, murmullo inconsolable de la materia. Como la obra de Albano, Menhires, 2020, técnica mixta sobre lienzo, 114x146 cm, 5.500 €, reproducida.
Rumor de ecos cenzannianos, que emergen en el musgo de una música oriental. Grave como un canto litúrgico y cercano como meguez del aire. La emoción es originaria, se convoca, no se enseña. Un menhir, ¡el lector lo sabe!, es un monumento megalítico prehistórico. Vocablo procedente del bretón – maen ( piedra), hir (larga)–, simbolizando una idea ascensional, mítica, un espacio sagrado, una necrópolis.
Albano, Ávila 1988, se crio con un pincel entre los dedos y con 17 años fue a la facultad de Bellas Artes de la Complutense para licenciarse, cuando ya sabía tanto de pintura. Después, sin dejar de participar en concursos, siguió cursos con Iturria, Didi-Huberman, Antonio López, Manuel Parralo y Venancio. Ha creado un color, verdalbano, emblemático, los coleccionistas lo conocen.
Desde el 2007, 14 individuales en España, Francia, Reino Unido, Portugal y Uruguay. Ingente cantidad de galardones: Premio BMW de Pintura, Ankaria, Obra Abierta, Artemisia del Ayuntamiento de Madrid, Ciudad de Badajoz, 30 Salón de Otoño de Plasencia, Fundación Villalar, 75 Salón de Otoño Madrid y 20 más.
Tras dos años en Cambridge, obtenido el Basil Alkazzi Scholarship Award, estará otros dos, becado en el Royal College of Art de Londres. Aún, en septiembre, inaugura retrospectiva, Un diario no lineal, en el Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora y luego, muestra en Ávila sobre textos de Peter Handke.
Ni el corazón –ya lo advirtió Pessoa– ni la emoción saben pensar. Pero se manifiestan, y cuando emergen es como un meteoro en manos de quien hasta ese momento se creía desahuciado de sentir ¡Pintura huella para asirnos a los sueños, para que el arte nos invada!