Sensación de seguridad
El Tricity 300 es el modelo que faltaba en la gama y se puede conducir con el carnet B de automóvil
Además de su versatilidad como vehículo urbano, el Tricity 300 se puede conducir con el carnet B de coche con tres años de antigüedad, ya que está homologado como un triciclo. Según la normativa, con este carnet se pueden conducir motocicletas de hasta 125 cc o vehículos de superior cilindrada y potencia homologados como cuadriciclos o triciclos, como es el caso.
Hay que añadir asimismo la ventaja que supone el tren delantero de doble rueda, ideal para los más inexpertos o desconfiados en la estabilidad de las motos. En cualquier caso, Yamaha tiene experiencia en vehículos de tres ruedas, con modelos como la Niken o la escúter Tricity de 125 cc, que también se puede conducir con el carnet B.
Y los 125 cc son válidos para moverse por ciudad y pequeños trayectos interurbanos, no ocurre lo mismo cuando abandonamos la ciudad. Por eso nace este Yamaha Tricity 300, que con 28 CV de potencia tiene un excelente añadido prestacional y, a la vez, de mayor polivalencia en este tipo de entornos. El motor es el del Xmax 300, modelo del que deriva directamente el Tricity. Ofrece un buen rendimiento y suavidad de marcha con potencia suficiente para mover esta pesada escúter con eficacia, rapidez y capaz de mantener cómodos cruceros de 120 km/h, algo impensable para cualquier otra escúter de 125 cc. Una potencia que le permite una respuesta destacable, aún viajando con pasajero, así como un consumo muy ajustado de 3,3 litros (homologado) y que se puede rebajar si se viaja a ritmo tranquilo por carretera. Obviamente, la gran diferencia respecto al Xmax 300 está en el tren delantero, que cambia radicalmente para ofrecer un sistema de basculantes que permite alojar una suspensión doble, con doble rueda y que asegura una imagen contundente, pero, sobre todo, una estabilidad sorprendente y una movilidad nada despreciable. Y aunque parezca pesado, en carretera es ágil y preciso y aporta una seguridad de marcha más que destacable, incluso en mojado, donde tiene un aplomo incuestionable si se compara con vehículos de dos ruedas.
Además, dispone de un control de tracción (desconectable) que aporta más seguridad sobre pavimentos deslizantes. Y se conduce como cualquier otra escúter, tumbándolo en las curvas como si de un vehículo de dos ruedas se tratara, aunque el resultado es un tren delantero mucho más consistente en cualquier circunstancia.
Como curiosidad, cuenta con un pedal de freno completamente útil –requisito para poder homologarse como triciclo–, aunque en general siempre recurriremos a las clásicas y efectivas manetas de freno de los escúteres. En este caso, la frenada cuenta con ABS y sistema combinado de freno delantero y trasero.
Es una alternativa para los conductores con carnet B que quieran movilidad y polivalencia
Las dos ruedas delanteras asumen sin complejos la mayoría de los baches del asfalto