Un crecimiento truncado
infraestructura como generadora de riqueza. Se calcula que tanto Barajas como El Prat tienen una aportación directa al PIB de Madrid y Barcelona de alrededor del 9%, con una importante potencia tractora sobre otros sectores. Estos dos aeropuertos, junto al de Mallorca, generan además la mayor parte de beneficios de Aena. Pero no toda la infraestructura es rentable. La compañía públicoprivada no desglosa la información económica por aeropuerto desde su salida a bolsa en el 2015, aunque una mirada a esos datos da cuenta de los desequilibrios de la red. Entonces, Barcelona aportó la mitad de los beneficios de Aena, 339,28 millones de euros antes de impuestos de un total de 651,6 millones; Palma de Mallorca ganó 159 millones y Madrid, 27,54 millones. En el otro extremo quedaron algunos aeropuertos de menor tamaño, como el de Reus, que perdió 8 millones de euros, el de Santiago, que se apuntó unas pérdidas de 15 millones, o el de Pamplona (10,5 millones).
En total, 33 aeropuertos de Aena fueron deficitarios en el 2014 (últimos datos disponibles) pese a que la red alcanzó los 195,9 millones de pasajeros, un aumento del 4,5% en
En 1998, las aerolíneas vendieron 1.460 millones de billetes. Para el 2019, ese número se había disparado a 4.540 millones. Un aumento de demanda a pruebas del 11-S, SARS y volcanes islandeses en erupción, pero no de la Covid-19. A mediados de abril, se habían almacenado alrededor de 14.400 aviones de pasajeros en todo el mundo, el 65% de la flota mundial, según datos de Cirium. El grupo Airlines for America calcula que la última vez que Estados Unidos tuvo un promedio de menos de 100.000 pasajeros diarios fue en 1954 y algunas compañías han llegado a estar tan desesperadas por captar pasajeros que han prometido pagar parte del funeral de los viajeros si mueren por Covid-19 después de volar con ellos –es el caso de Emirates–. No parece un incentivo... comparación con el año anterior. Habrá que ver cómo resisten ahora que el volumen de viajeros ha caído en picado.
“Los aeropuertos pequeños y medianos han aguantado mejor el golpe que Barajas y El Prat, los vuelos domésticos han salvado la temporada de verano y se han recuperado antes que los internacionales, todos los aeropuertos son viables con una buena gestión”, sostiene Marta López Pinilla, secretaria general de USO en Aena. E insiste en la condición estratégica de esta infraestructura: “dejar comunidades autónomas sin aeropuerto sería un suicido social”.
La dimensión de la red española de aeropuertos –contando tanto los de Aena como los gestionados por otras sociedades– ha sido ampliamente debatida y protagonista de fuertes polémicas surgidas al calor del boom inmobiliario. Para Xavier Fageda, profesor del departamento de Política Económica de la Universitat de Barcelona, hay una “sobredimensión” que se acentuará en la etapa post-Covid19, especialmente en zonas como Castilla y León o Galicia. “Las aerolíneas que se mantengan reducirán su tamaño y concentrarán actividad en los aeropuertos más grandes; en cambio los aeropuertos pequeños, muchos de los cuales ya eran deficitarios, lo serán todavía más”, augura este especialista en infraestructuras. Con todo, Fageda considera que los años de crecimiento continuo y de beneficios de Aena le permitirán afrontar esta crisis con un margen amplio –la disponibilidad de caja y facilidades crediticias a 30 de junio era de 2.894 millones de euros–.
Por ahora, la compañía ha retrasado el calendario de inversiones, que antes de la pandemia se preveía en 5.000 millones de euros para el periodo 2022-2026. Los planes de ampliación de Barajas y El Prat, aunque con otros plazos, siguen igualmente adelante, afirman fuentes del gestor aeroportuario. “Pensamos que es fundamental para la recuperación socioeconómica post-Covid-19”, señalan.
Otros grandes aeropuertos europeos se han visto obligados también a modificar de repente sus proyectos de crecimiento. En Heathrow, que espera cerrar este año con un 60% menos de pasajeros –80 millones en el 2019–, han reducido su gasto medio en más de un 30%, “recortando 300 millones de libras –328 millones de euros– de gastos operativos y cancelando o retrasando una inversión de 650 millones en proyectos” futuros, explican portavoces del aero