Consejos básicos
Hay tres claves si hay que hacer reformas. El repunte de la demanda lleva a mayores tiempos de espera. Por eso se recomienda no dejar todo para el último momento, sobre todo si se trata de algo urgente. Por otro lado, a la hora de contratar, se repite no optar por empresas que no ofrezcan garantía. Por último, mirar la posibilidad de financiación, ahora que la crisis deja menos margen en el bolsillo. te quiere mantener ubicación o un piso nuevo en el barrio que le gusta, algo que hoy es prácticamente imposible por precios”, señala Enric Aparici, director general de Aquí tu Reforma. Una muestra de que los ciudadanos no van sobrados es que la financiación de los proyectos “es una necesidad que está creciendo, porque da accesibilidad si no se cuenta con ahorros”, sigue Aparici. En su caso, las obras con financiación solían suponer el 12%, pero “ahora va al alza”. También se paga reasignando cuentas: como no se ha gastado en viajes en verano, ese dinero se usa para mejorar la casa.
Así, reformar se impone. En Anerr hablan de un crecimiento de la actividad del 35% sobre el año anterior. Tras acabar el estado de alarma se vivió un pico superior al 50%, apunta Aparici, ahora moderado a niveles del 10%. Carolina Valencia, al frente de Cement Design, especializada en revestimiento decorativo, coincide: “La gente se ha animado a mejorar su espacio, con una demanda que sube el 40% entre particulares y obra familiar”. En términos generales se busca adaptar la vivienda a las nuevas necesidades, como el teletrabajo o que se pase más tiempo de ocio en casa. “Se ha puesto de manifiesto la necesidad de optimizar zonas, la calidad del aire, la estabilidad ambiental... Muchas son para aislar –térmica o acústicamente– y redistribuir. Todo para mejorar el hogar y la calidad de vida”, señala Parra. Se quieren espacios más amplios, diáfanos, luminosidad, higiene. Y a la vez se pone atención en el material. “Hay más demanda por lo ecológico, para que la vivienda sea saludable. Es una tendencia que crece y hace una década no existía”, señala Valencia. La atención está puesta en toda la casa, con obras desde la cocina al jardín, el baño o el salón, pero la reforma integral es un porcentaje menor.
Caso muy diferente es el de la rehabilitación –aquella que es de puertas afuera de la casa, como en fachadas de edificios– que está paralizada. Anerr pide más financiación y apoyo institucional, poniéndola como pilar en la descarbonización y la agenda 2030. De momento, el deseo de vivir mejor y la reforma tiran del carro.