Estadística de las encuestas
Que los mercados rigen su formación de precios por el descuento de expectativas es algo generalmente conocido. Las noticias van saliendo poco a poco y se van incorporando en el análisis de las distintas compañías para calcular su valor intrínseco. No obstante, a veces tenemos eventos que llegan de sopetón y con una gran influencia en el futuro que no nos permiten ir poco a poco teniéndolos en cuenta. Entre ellos, cómo no, están las elecciones presidenciales de la primera potencia mundial, para las que faltan pocos días y de cuyo resultado puede descontarse gran cantidad de información digna de transmitirse a las bolsas.
Pueden decirme que las encuestas sí van adelantando datos, pero tras los comicios TrumpClinton, o tras el Brexit, me permitirán que no me fíe en gran medida. No quiero meterme en política, la estadística me parece una ciencia mucho más exacta (es fácil serlo más que la política) y menos controvertida que puede ayudarnos a adelantarnos a lo que sucederá este otoño: en los últimos años electorales, ignorando el 2008 por razones obvias, el S&P 500, índice que aglutina a las 500 empresas más grandes del país, suele comportarse bien tras conocer los resultados de las votaciones. Esto se debe a la incertidumbre que generan las propias elecciones tras las cuales el mercado suele reaccionar con alivio, sea cual sea el resultado.
¿Y este octubre? La estadística entre 1936 y el 2016 nos dice que si las encuestas anticipan un cambio de partido en el poder, los inversores suelen realizar beneficios durante el mes previo, mientras que en el caso que se espere continuidad comienzan a anticipar el rally de alivio, que suele suceder posteriormente. Parece fácil anticipar movimientos, el problema solo es depender de las encuestas.
MERLIN P - 4,52 %