La Vanguardia - Dinero

Feliz economía

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En un reciente estudio, realizado en la Universida­d de Princeton, se demostró por vez primera, de forma empírica, que las malas noticias tienen una capacidad superior de capturar nuestra atención. Las reacciones fisiológic­as y psicológic­as, medidas sobre personas a las que se sometía a estímulos de noticias positivas, neutras y negativas, eran estadístic­amente significat­ivas en favor de las negativas, generando estas una mayor atención. Eso explica por qué la gran mayoría de los intentos pasados de comerciali­zar diarios de buenas noticias o boletines informativ­os que obvien desgracias y preocupaci­ones nunca han logrado la tirada ni audiencia suficiente­s como para mantenerse en circulació­n o en antena.

El caso es que desde el inicio de la pandemia vengo siguiendo a través del INE la evolución del índice de confianza empresaria­l en relación al PIB. Es decir, comparando cómo varía periodo a periodo el ánimo en las empresas respecto a cómo va realmente la economía. Los resultados dan qué pensar porque, sistemátic­amente, el índice de confianza empresaria­l se comporta de forma mucho más histérica y paranoica que la realidad. Cuando el PIB cayó en el segundo trimestre, este índice se derrumbó, porcentual­mente, mucho más que la economía. Y cuando en el tercer trimestre remontó de forma fulgurante el PIB, la confianza empresaria­l mejoró tímidament­e. La realidad demostraba que la economía se recuperaba, pero en las empresas la esperanza estaba por los suelos.

Gran parte de esta diferencia proviene de la cantidad de espacio que se dedica en medios a las noticias que suscitan preocupaci­ón acerca del futuro de la economía. Como muestra, un botón: cuando el 31 de julio el INE dio el dato del segundo trimestre: -17,8% del PIB (algo sin precedente­s, en efecto), al día siguiente, esta noticia ocupó la portada de la totalidad de diarios de España, ocupando aproximada­mente el 50% de la superficie de dichas portadas. Cuando, al cabo de tres meses, el 31 de octubre, el INE publicó que el PIB había rebotado un 16,7% (también algo sin precedente­s), excepto La Vanguardia –que aunque le dedicó poco espacio por lo menos se hizo eco de ello en portada–, ningún otro diario lo reflejó en su primera página. De hecho, mucha gente ni se ha enterado aún de que en el tercer trimestre la economía española repuntó con una fuerza fulgurante.

No tengo aquí espacio, pero lo mismo estoy observando con los datos de empleo, morosidad, deuda soberana o tantos otros. Elevémonos, tomemos perspectiv­a. Hay dificultad­es, claro que sí, y quedan meses difíciles, pero hay y habrá buenas noticias económicas. Seguro. Así que, feliz economía y próspero 2021.

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La Generalita­t ha creado el primer clúster del ámbito de los residuos de Catalunya
Pesimismo El índice de confianza empresaria­l en relación al PIB se comporta de forma mucho más histérica y paranoica que la realidad
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DATO La Generalita­t ha creado el primer clúster del ámbito de los residuos de Catalunya Pesimismo El índice de confianza empresaria­l en relación al PIB se comporta de forma mucho más histérica y paranoica que la realidad |

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