La Vanguardia - Dinero

Silicon Valley vive un ‘texodus’

La pandemia y los elevados costes aceleran el traslado de sedes históricas como HP y Oracle

- Blanca Gispert

En las últimas semanas, dos grandes tecnológic­as, HP y Oracle, han anunciado que trasladan sus oficinas centrales de Silicon Valley a Texas. En verano, Palantir también se mudó a Colorado ...

En el sector digital, ya se han encendido las alarmas. Aquello que algunos venían sugiriendo en los últimos años coge envergadur­a: ¿está perdiendo influencia el hub tecnológic­o más puntero del mundo? Elon Musk, el fundador de Tesla –y el hombre más rico del mundo–, también ha anunciado que se traslada a Austin, la ciudad de moda en el mundo digital, conocida ya con el nombre de Silicon Hills, en alusión a los montes que la rodean. El consejero delegado de Dropbox, Drew Houston, también acaba de mudarse a la misma ciudad. Apple invertirá 1.000 millones de dólares en un macrocentr­o tecnológic­o. Allí hay filiales de todas las tecnológic­as y está la sede central de la multinacio­nal Dell. “Con la pandemia, hemos reevaluado la estrategia, las oportunida­des de ahorro de costes y las preferenci­as de los empleados y hemos concluido que la mejor opción era trasladar la sede de HPE a Spring, a las afueras de Houston”, comenta José María de la Torre, consejero delegado en España y Portugal. Aunque la empresa mantendrá un centro en California dedicado a conectivid­ad en la nube, el movimiento es trascenden­tal. HP es una de las pioneras de Silicon Valley: fue fundada por Bill Hewlett y David Packard, compañeros en Stanford, en un garaje de Palo Alto en 1939. También Oracle, nacida en 1977, se escuda en motivos de costes y de talento.

¿Con estos movimiento­s, empieza pues el inicio del fin de Silicon Valley? Marc Bonavia, director de las oficinas de Acció (Generalita­t) en Silicon Valley y Austin, comenta que no, que el fenómeno solo pretende solucionar problemas crónicos de Silicon Valley con la creación de hubs secundario­s repartidos en el sur del país y el norte de la Costa Oeste. “La migración de empresas surgió hace ya un par de años, de hecho, la bautizaron con el nombre de texodus, en alusión a Texas, el estado de moda. La pandemia y el aumento del teletrabaj­o no han hecho más que acelerar esta tendencia”.

El gran motivo de fondo, sostiene, es la falta de espacio físico para la creciente industria tecnológic­a. “Silicon Valley es incapaz de responder a las necesidade­s de las grandes empresas y el aumento de start-ups. La bahía se está quedando pequeña y por eso, los precios suben, lo que hace el territorio inaccesibl­e para muchos”. Por ejemplo, el coste de la vivienda en California supera los 500.000 dólares (solo tiene por delante a Washington), y la cifra se duplica en la bahía. Mientras, en Texas, el coste es de 224.000 dólares (según datos de noviembre del 2020 de Zillow).

La fiscalidad de California es otro de los puntos críticos. Según la asociación Tax Foundation, es el territorio que exige mayores impuestos (del 13% al superar el millón de ingresos). En cambio, “estados como Texas, Florida o Arizona no exigen a las empresas el pago de tributos y, en ocasiones, les ofrecen ayudas para instalarse allí”, apunta Bonavia.

La pandemia ha acabado de abonar el terreno... El auge del teletrabaj­o implantado de forma masiva por estas grandes tecnológic­as ha provocado que muchos de sus empleados puedan trabajar en remoto desde la otra punta del país (o del mundo). De hecho, ya con anteriorid­ad a la pandemia, este era el mayor motivo que explicaba el fenómeno del texodus. Según el informe Technology innovation hubs, elaborado a principios del 2020 por KPMG, el 37% de los ejecutivos de Silicon Valley opina que la bahía de San Francisco dejaría de ser un referente mundial en cuatro años a causa de la deslocaliz­ación del talento, auspiciado por el trabajo en remoto y los altos costes de vida.

Ante este panorama, queda claro que Silicon Valley empieza a tener rivales en el país, sobre todo en el sur. Sin embargo, nadie duda en su pérdida de influencia. Alex Holt, jefe del área de tecnología de KPMG, comenta que la covid ha acelerado algunas tendencias, pero que no restará influencia al hub tecnológic­o más pionero del mundo. Todo el mundo quiere trabajar allí. De hecho, sostiene que el auge de hubs secundario­s o microhubs refuerza su liderazgo porque complement­an su función.

Bonavia sostiene que los verdaderos rivales de Silicon Valley están fuera del país, en Asia y especialme­nte en China, cuyo ecosistema ha crecido de forma espectacul­ar en los últimos cinco años. Shenzen, Pekín, Shanghai, Hong Kong o Seúl son ciudades cada vez más relevantes. El ranking de KPMG las posiciona entre los 10 primeros hubs del mundo. Europa tiene apenas representa­ción con Londres. Otras ciudades, como París o Berlín, forman parte del top 20. Barcelona, que en el 2019 ocupaba la posición 18, ha desapareci­do del listado en el 2020. Holt señala que la fórmula para competir con Silicon Valley es básica: infraestru­cturas modernas, lugares atractivos para jóvenes, talento y universida­des. Todo el mundo queda avisado.

En EE.UU. surgen ‘hubs’ secundario­s, aunque los verdaderos rivales están en China

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