Nueva vida para residuos de gran valor
La empresa Bcircular, ‘spin-off’ del CSIC, desarrolla una tecnología para reutilizar fibras de vidrio y de carbono
El reciclaje de residuos es una necesidad que se extiende más allá de los desechos que generamos en nuestros hogares. Muchos sectores industriales siguen produciendo residuos que, si fueran gestionados correctamente, podrían ser reciclados y convertirse en nuevas materias primas y subproductos rentables.
Bcircular nació en el 2016 precisamente con este espíritu. En concreto, esta spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Cientícas (CSIC) se centra en el desarrollo y la explotación de tecnologías para el reciclado de fibras y materiales compuestos fuera de uso para evitar que acaben definitivamente en vertederos o incineradoras de residuos.
“Teníamos más de diez años de experiencia en el campo de las tecnologías termoquímicas trabajando desde una empresa familiar y a partir de la colaboración con el CSIC descubrimos que existía una necesidad real de avanzar en el reciclaje de materiales como la fibra de vidrio, la fibra de carbono y, en general, los composites”, recuerda Oriol Grau, socio cofundador y consejero delegado de BCircular.
Puede parecer un sector minúsculo –si lo comparamos con los residuos de envases de plástico o aluminio, por ejemplo–, pero en realidad en países industrializados se generan cantidades importantes de estos materiales de desecho en palas de aerogeneradores (al llegar al final de su vida útil o sufrir desperfectos), aviones, automóviles y embarcaciones, por poner algunos ejemplos.
El problema inicial era la falta de soluciones para el reciclaje efectivo de muchos de estos materiales, por lo que el primer paso fue el desarrollo de tecnologías propias.
Tras unas pruebas de laboratorio y los primeros prototipos, el equipo promotor confirmó la viabilidad de la propuesta y se consiguió la primera patente.
La tecnología desarrollada por Bcircular es una de las escasas soluciones de reciclaje de este tipo de materiales que existen a escala internacional y que dan como resultado componentes de alta calidad y resistencia, utilizables en una amplia gama de sectores.
El proceso de creación de Bcircular contó con el apoyo durante dos años del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol y ha formado parte de diversos programas de aceleración, entre los que destacan EDP Starter y Climate Kic. Desde sus primeros pasos, con el nombre de TRC, esta spinoff del CSIC ha presentado su trabajo en una quincena de certámenes y ha ganado premios como el que concede la aceleradora EIT KIC Raw Materials Accelerator y el primer premio en el Saló Nàutic de Barcelona.
La fibra de carbono es un material de características excepcionales. Utilizado inicialmente en equipos aeorespaciales, en la actualidad es habitual, por ejemplo, en bicicletas de alta gama y coches eléctricos. Sin embargo, nos encontramos con la paradoja de que hasta ahora se seguían abandonando importantes cantidades de este compuesto en forma de residuos de aparatos fuera de uso o componentes rotos o estropeados.
“Nuestra tecnología de reciclaje está patentada y lo que hacemos es desarrollar materiales avanzados a partir de residuos de fibra de vidrio o fibra de carbono, por ejemplo, de fracciones de aviones o palas de aerogeneradores que hasta ahora acababan en vertederos de residuos”, detalla Oriol Grau.
Con la misma base tecnológica, Bcircular permite generar filamentos plásticos para impresión 3D, otro campo con un gran futuro en diversos sectores.
Bcircular contó con el apoyo durante dos años del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol