La Vanguardia - Dinero

¿Una burbuja de productos básicos?

- Francesc Reguant Presidente de la comisión de Economia Agroalimen­tària del Col·legi d’Economiste­s de Catalunya

Desde la pasada primavera, los precios de cereales y soja han sufrido un incremento sostenido que se ha acentuado en diciembre y ha recibido su confirmaci­ón e impulso a partir del informe Wasde de EE.UU. del 12 de enero. Con referencia al precio del 30 de junio del 2020, en el mercado de futuros de Chicago y hasta este 13 de enero, el precio de la soja se ha incrementa­do un 59,58 %; el del maíz, un 54,96%, y el del trigo, un 34,69 %.

Confluyen un conjunto de causas interrelac­ionadas que pueden ofrecer una explicació­n. La oferta de maíz ha registrado cosechas mermadas en Ucrania y Estados Unidos. A su vez, Argentina ha sufrido unos meses de sequía que han afectado a la cosecha de maíz y soja. Pero ello no parece ser una razón suficiente. Un factor probableme­nte más determinan­te ha sido el inesperado incremento de la demanda china. La peste porcina africana (PPA) afectó gravemente la producción del país. Ello facilitó un incremento espectacul­ar de exportacio­nes de carne de cerdo desde España y Europa a China. Pero China se está recuperand­o de la PPA y, según datos del Ministerio de Agricultur­a chino, el censo porcino ha crecido un 27% el último año. La alimentaci­ón base de la ganadería intensiva de porcino es precisamen­te soja y maíz. En tercer lugar, debemos considerar el factor refugio financiero que los alimentos suelen ofrecer en situacione­s de grandes incertidum­bres. Un factor, meramente especulati­vo, que aporta mayor volatilida­d al mercado. Además, esta coyuntura de precios ya ha generado reacciones de defensa. Argentina ha suspendido la exportació­n de maíz hasta el 1 de marzo, y Rusia ha aplicado aranceles a la exportació­n de soja y trigo. Son medidas que alimentan temores y amplían la presión especulati­va.

Las consecuenc­ias de todo ello afectarán seriamente al importante clúster cárnico-ganadero catalán, ya que se trata de un sector muy dependient­e de las importacio­nes de soja y maíz. Pero las consecuenc­ias más graves pueden producirse en los frágiles equilibrio­s de la seguridad alimentari­a mundial. La demanda no para de crecer de manera sostenida, pero la oferta, debido sobre todo a variables climáticas, no siempre logra un buen ajuste. Ante caídas de stocks o estimacion­es de malas cosechas, la espiral especulati­va se pone en marcha en el mercado de futuros.

La gravedad de la burbuja del 2007, vinculada al impulso de los agrocarbur­antes, mereció que Olivier de Shutter, relator de la ONU para la alimentaci­ón, dijera que los agrocarbur­antes eran un crimen contra la humanidad. La burbuja del 2010, vinculada a las pérdidas en la cosecha de trigo de Rusia por una ola de calor jamás registrada, supuso que el pan doblara su precio. Un hecho dramático que sirvió de chispa para encender el polvorín del norte de África. “Pan y libertad”, se oía en Túnez y Egipto. Pronto vendría la guerra con todas sus consecuenc­ias. ¿Estamos en el umbral de la burbuja del 2021?

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También con la gripe española o la crisis del 2008 subieron las materias primas
Factor refugio Las medidas de protección de países como Argentina alimentan temores y amplían la presión especulati­va
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DATO También con la gripe española o la crisis del 2008 subieron las materias primas Factor refugio Las medidas de protección de países como Argentina alimentan temores y amplían la presión especulati­va |

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