El mundo poscovid
Si fuéramos pintores y pintásemos cuadro del mundo poscovid, empezaríamos por esos cambios que han experimentado nuestras vidas durante estos últimos meses y que muy probablemente permanecerán. Uno de ellos es el protagonismo que han alcanzado los estados en nuestras vidas. Hemos visto cómo se han multiplicado las medidas para paliar la caída del empleo, ayudar a los trabajadores y empresarios a sortear la crisis, mitigar el coste de deuda e impuestos, y por supuesto, el necesario refuerzo de la asistencia sanitaria. Otro cambio es el obligado replanteamiento de nuestras infraestructuras derivado del auge de la tecnología. El incremento del teletrabajo y la movilidad inteligente, por ejemplo, tendrán fuertes implicaciones no solo para las empresas ligadas al turismo, sino también para la forma en que haremos negocios en el futuro, y tendrá consecuencias para otros sectores, como el inmobiliario.
Esta crisis global ha acelerado las tendencias ya existentes. Pero ahora toca descubrir si el impulso tecnológico servirá también para mejorar una productividad estancada desde la anterior crisis financiera. Los bajos tipos de interés y las ayudas públicas han ayudado a las empresas a mantenerse a flote, pero las han incentivado a asumir más deuda. Y eso puede resultar costoso, pues ha provocado la existencia de un número creciente de compañías que sobreviven pese a no ser competitivas. No nos olvidemos del factor medioambiental. Proteger el mundo en que vivimos no es una tendencia, sino una necesidad, lo que implica hábitos de vida y de consumo diferentes.
Todos deseamos que este año sea mejor , y seguro que lo será, pero en este cuadro del año 2021 hay muchas cosas que han cambiado, y lo han hecho para siempre. La vida poscovid no será la misma, así que estemos preparados para este nuevo mundo.
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