‘E la nave va’
La industria del arte se pregunta cómo le va a afectar la situación bélica en Ucrania. Y no es para menos. Una guerra que se venía cociendo a fuego lento, pero que ha entrado en su fase más cruenta. Nadie sabe las consecuencias que va a acabar teniendo, pues la situación económica a escala global puede empeorar dramáticamente y afectar de lleno a una recuperación del mercado artístico que poco a poco iba volviendo a la normalidad tras la pandemia. El arte puede ser a veces un valor refugio, pero en este mundo globalizado e interconectado hoy sabemos que hay una clara correlación entre la marcha de la economía y la del mercado del arte, y la incertidumbre no ayuda.
Sin embargo, utilizando la metáfora felliniana, e la nave va!: por las ventas de las últimas semanas vemos que de momento el mercado no parece demasiado perturbado por la crisis geopolítica. Lo vimos en la feria Arco Madrid, que cerró sus puertas el domingo pasado con un buen nivel de ventas. Y lo acabamos de ver esta semana en las subastas londinenses de Sotheby’s, Christie’s y Phillips, con ventas impresionantes, un muy buen nivel de adjudicaciones y, lo que es más alentador, algunos récords indicativos de que el mercado sigue robusto. Como una de las pinturas más grandes de las 17 de la serie L’Empire des lumières que René Magritte pintó en 1961. De la colección de la baronesa AnneMarie Gillion Crowet, la obra no había sido ofrecida nunca. La vi en el Musée Magritte de Bruselas,