Cuando el heredero no aparece
La gestión de bienes se complica en casos donde no se da con el designado, situación que más de uno no desea
Las herencias son mares de casuísticas. Están las que se hacen con testamento y sin mayores problemas. Pero también las que obligan a investigar al no dar señales de vida los herederos designados, o porque han fallecido y hay que trazar la linea sucesoria. O las que directamente son un quebradero de cabeza al no haber testamento. En estos últimos casos entran en juego especialistas que dan con quién tiene el derecho a recibir los bienes. En última instancia, además, siempre puede acabar en manos públicas.
Para buscar herederos que no aparecen o cuando no hay testamento, entra en juego la genealogía sucesoria. Trata no tanto la pista de la sangre (quién viene de quién) sino cómo se transmite el derecho hereditario. “Se solicita cuando surgen problemas. Lo hacen administradores de fincas o patrimonio, abogados, notarios, algunas administraciones...”, explica Marco Lamberti, director en España de Coutot-Roehrig, firma especializada en este campo. Se hace por ejemplo cuando se divide una herencia en tres personas y una está en paradero desconocido. “Normalmente no se reparte si no está”, dice LamPara berti, por lo que “se intenta hacer todo lo posible para dar con él”, empezando a rastrear registros por el país y luego en el planeta.
Otro escenario es que no haya testamento –el 70% de los 700 expedientes gestionados por CoutotRoehrig no tienen– y se deba indagar para hallar a los herederos y aplicar lo que marca la ley. En España la prevalencia va por grados: primero los descendientes, luego los ascendientes, el cónyuge y más abajo colaterales (hermanos, tíos, sobrinos, primos).
“Si no aparecen, las herencias no se pierden. Siempre hay alguien que puede adjudicársela. Si al final no hay nadie que la acepte, el Estado o la autonomía tiene derecho a hacerlo, y lo hace”, apunta Leonardo Cárdenas, socio fundador de AGM Abogados. De suceder el paso a manos públicas y luego descubrirse o aparecer un heredero, se puede revertir con la devolución del bien o con una compensación. “Si se está en el plazo de reclamación y localizamos a una persona con derecho hereditario, lo hacemos. Lleva su tiempo, es complejo porque la Administración suele tardar más en contestar”, expone Lamberti.