Acaparar no es muy buena idea
Acabar con las existencias lleva a un gasto innecesario y de rebote provoca que suban los precios
Aceite de girasol, leche, harinas, el habitual papel higiénico... Estas semanas la compra se ha puesto algo más complicada por las afectaciones de la guerra en Ucrania y el paro de transportistas, que dificulta hacerla en algunos centros. Si a eso se suma que una parte de la población se ha lanzado a hacer acopio como si al planeta le quedaran horas, el resultado son lineales vacíos de manera puntual. Pero buscar cubrirse acaba perjudicando, porque se gasta de más, el tirón del consumo eleva precios y se llena la casa con artículos innecesarios que terminan en la basura.
“Hoy se combina una oferta restringida y una incertidumbre en la demanda y la distribución. El efecto de escasez hace que cuanto más se compre, más suba el precio”, alerta Fernando Bretón, docente en el máster en Dirección Logística de la UNIR y con trayectoria en la gran distribución. Aquí se da una paradoja, porque, aunque aumenten los valores, la gente sigue comprando, señala. Es un claro ejemplo de bienes Giffen, de primera necesidad y en los que la demanda no se resiente si suben. Se puede citar el aceite o la leche. “En entornos de carestía hay bienes que, pese a ser baratos y accesibles, puede que suban de precio y a la vez la demanda se incremente, la gente sigue comprando”, resume. “Muchos van con la idea de ‘No pasa nada, compro más caro, debo comprarlo porque se va a agotar’ si encuentran existencias”, incide Rubén Sánchez, secretario general de Facua-Consumidores en Acción.
Alguno se pone en el peor escenario y se hace con todo lo que puede antes de que esté más caro o antes de que se agote. Si se limita la compra a cinco unidades, se lleva las cinco sin pensarlo. “Hay que hacer un llamamiento a la calma, hay multitud de comercios. Si falta un producto en uno, en otro lo vamos a encontrar. No hay desabastecimiento absoluto. El riesgo de acaparar es que seamos los que multipliquemos el desabastecimiento y la subida de precios”, advierte Sánchez. “Al haber incremento de la demanda, hay algunas superficies que han aprovechado la coyuntura para hacer negocio”, siguen desde Facua, con el caso del aceite en la mira, tras haberse doblado lo que se paga por él. De hecho, aunque faltara inicialmente