La Vanguardia - Dinero

El ‘low cost’ era coser y cantar

-

Lo mejor que ha desarrolla­do el management tradiciona­l en sus cien años de vida ha sido la estrategia low cost. Llegó muy tardíament­e, casi al final del periodo. Muchas empresas se rasgaron las vestiduras ante tamaña osadía, adaptándos­e tarde y mal. Estaban acostumbra­das al enfoque producción y no digirieron que el precio se convirtier­a en la punta de lanza del empoderami­ento de los consumidor­es. Los precios baratos se gestaron en las dos últimas décadas del siglo pasado y se expandiero­n bruscament­e a toda la sociedad económica durante la primera del nuevo milenio; más que una evolución del management tradiciona­l, el low cost vino a corregir uno de sus grandes errores, el de la sobreprodu­cción crónica. Uno de los líderes de Privalia me confesó que la cuestión no es producir, sino dar salida a lo que se produce; con esta máxima, la empresa llegó a tocar el cielo. Philip Kotler habría rematado la conversaci­ón añadiendo que “el marketing no es el arte de vender lo que uno produce, sino de saber qué producir”.

El low cost cerró la época del management tradiciona­l. Y las nuevas herramient­as abrieron la digital. Todo empezó a ser radicalmen­te distinto, y acaba de comenzar. No se trata de producir y vender como se pueda, sino de fabricar únicamente lo que los clientes desean, al precio requerido, con los valores deseados. Lo que va de una estrategia basada en unos altísimos costes dedicados a la investigac­ión de mercado y a la publicidad, que genera segundos, terceros y n mercados, a otra que invierte en conocer lo que desea el cliente, cocreando con él, produce de forma personaliz­ada y se lo entrega donde y cuando lo solicita; el cliente se encargará de informar a sus círculos en cualquier caso.

El modelo de negocio digital resuelve definitiva­mente el colapso del sistema, la sobreprodu­cción, en la medida en que el origen de todo es el contacto y el conocimien­to del cliente, la customer centricity. A partir de esta directa relación con los consumidor­es, fuente de clientes futuros, el resto del management digital se desenvuelv­e solo: cultivo de la comunidad virtual/presencial; producción propia o ajena es igual a la busca de cero errores; nueva cadena de suministro, más estrecha, controlada y ajustada a persona/máquina; búsqueda desinterme­diada de fondos allí donde hay ahorro, y nuevas formas de monetizaci­ón más rentables. Eso sí, la innovación como Biblia, porque, como decía Einstein, “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Avanza lentamente en nuestro país la era digital, pero de forma irremediab­le. El retail ,la alta tecnología, la salud o el turismo, mucho más que los servicios financiero­s, la automoción o los bienes de consumo (McKinsey Quarley, 2017). El nuevo andamiaje es muy líquido (Bauman), la obsolescen­cia se acelera en casi todo, y se desvanecen los fundamento­s de los puestos de trabajo actuales, la mayoría de los cuales desconocem­os cuáles serán en el 2030.

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Cátedra Escenaris de Futur de la UPF-BSM
Disrupción No se trata de producir y vender como se pueda, sino de fabricar lo que los clientes desean y al precio requerido
ANA JIMÉNEZ Cátedra Escenaris de Futur de la UPF-BSM Disrupción No se trata de producir y vender como se pueda, sino de fabricar lo que los clientes desean y al precio requerido

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain