Más allá de la producción de yogures
En Catalunya, una de las caras más visibles de la economía social es La Fageda, cuyos yogures son consumidos por millares de hogares a diario. Sin embargo, esta fundación, nacida en Olot en 1982, arrancó su actividad con un propósito distinto, el de proveer servicios de jardinería en espacios públicos y privados. Los fundadores, Cristóbal Colón y Carme Jordà, quisieron dar una oportunidad laboral a las personas atendidas en el hospital psiquiátrico de la localidad de Salt. En los inicios apenas eran una decena, aunque la cifra aumentó al poco tiempo. La cooperativa se trasladó del Convent del Carme de Olot a una finca rural, donde empezó con la producción de plantas y, más tarde, la explotación de vacas (cuya leche vendía a Nestlé). Fue en 1993 cuando La Fageda inició la elaboración de yogures, una actividad que pronto se posicionó en el mercado y que se convirtió en un caso ejemplar en el sector. En la actualidad, la fundación (que agrupa a varias entidades y cooperativas) factura alrededor de 28 millones de euros, el 80% de los cuales procede de la producción de yogures. El resto procede de actividades que a lo largo del tiempo se han ido desplegando de forma paralela. “También elaboramos helados, seguimos con los servicios de jardinería y forestales, tenemos granja y explotación agrícola, servicio de visitas a las instalaciones... Y además, gestionamos una escuela de nuevas oportunidades, tres residencias