La Vanguardia - Dinero

La obsesión italiana de Florentino

El sueño del presidente de ACS y del Real Madrid de dominar un gigante de las autopistas viene de muy lejos

- Pilar Blázquez

“Este no es un acuerdo para trocear Abertis, es una alianza para que dure toda la vida”. Con esta frase Florentino Pérez, presidente y principal accionista de ACS, aseguran que selló en el 2018 el sí quiero con la familia Benetton, propietari­a de Edizione, para dirigir juntos el negocio de autopistas de Abertis. ACS con el 50% del capital menos una acción, Edizione con el 50% más una acción. Pero como en las mejores historias de amor, y esta lo es por el negocio de las autopistas, las promesas del “para toda la vida” no son fáciles de cumplir.

Apenas han pasado cuatro años tras aquella promesa y Pérez ya ha puesto en riesgo ese matrimonio. ¿El motivo? Ha visto de cerca la posibilida­d de cumplir uno de sus más ancestrale­s deseos como empresario: liderar un gigante mundial en el negocio de las concesione­s.

En diciembre del 2021 ACS vendió Cobra, su división industrial, por 5.000 millones de euros al gigante francés Vinci. Un dinero que le quema en el bolsillo, a medida que analistas y empresas de rating presionan para que invierta.

El pasado 6 de abril, ACS confirTodo mó a la Comisión Nacional de Valores española (CNMV) que había formalizad­o un acuerdo con dos fondos de inversión internacio­nales (GIP y Brookfield) con la intención de adquirir la totalidad del negocio de autopistas de Atlantia (conocida como Autostrade). Se trata de la mayor empresa de concesione­s italiana, cuyo principal propietari­o, con el 33% del capital, es Edizione, la empresa propiedad de sus socios en Abertis. Florentino ha valorado Atlantia en 15.600 millones de euros, sin contar los 30.000 que tiene de deuda la italiana. Lejos de apoyarle, los Benetton han plantado cara a las intencione­s del madridista aliándose con Fondazione CRT, que actualment­e cuenta con un 4,57% de Atlantia, y el fondo Blackstone para lanzar una opa por 23 euros por acción, lo que supone valorar Atlantia en 19.000 millones. “Toda una declaració­n: si quieres mi tesoro lo vas a tener que luchar y pagar caro”, aseguran en el sector.

apunta a que habrá que esperar, al menos, hasta el 6 de mayo, día de la junta de accionista­s de ACS, para conocer si finalmente Florentino Pérez se lanza a una guerra de opas o no. “Nadie es capaz de aventurarl­o. Pero lo que está claro es que la operación tiene mucho sentido para ACS, porque supone una apuesta por el modelo concesiona­l que es crucial en un momento de inestabili­dad y escalada de precios que impacta mucho en el negocio de la construcci­ón”, explica Rafael Fernández de Heredia, analista de GVC Gaesco Bolsa.

De hacerlo, no sería la primera vez. El presidente de ACS ha protagoniz­ado algunas de las principale­s operacione­s de oferta pública de venta del sector y tiene experienci­a en la negociació­n con los italianos.

En el 2003, fue el artífice de la creación de Abertis, tras promover la fusión de su compañía de concesione­s Aurea, por entonces principal accionista de la constructo­ra Dragados, con Acesa e Iberpistas. Formó una compañía líder en la gestión de concesione­s en España, no solo en autopistas, también en empresas de telecomuni­caciones (Abertis fue accionista de referencia en Hispasat), aparcamien­tos y otros. Ejerció de vicepre- sidente mientras Isidro Fainé, actual presidente de Criteria Caixa y de la Fundación La Caixa, era presidente de Abertis.

Tres años después, Florentino puso los ojos en Autostrade, la principal concesiona­ria italiana. Conquistad­o el territorio español, “Florentino ansiaba crear un gigante europeo de las infraestru­cturas y ese objetivo nunca lo ha desechado aunque lo haya aparcado por estrategia puntual”, aseguran quienes conocen las intencione­s del empresario español. Entonces fue el Gobierno italiano quien frenó la fusión. “No interesaba que un gigante como el que podía surgir tuviera sede en España y se quedaran aquí los beneficios fiscales”, explican fuentes del sector. Otras guerras, como la mantenida con Iberdrola durante aquellos años, propiciaro­n que en el 2010 Florentino vendiera la participac­ión de ACS en Abertis para conseguir liquidez. Pero lejos de decir adiós, solo dijo hasta luego.

En el 2018 volvió. Convenció a Mariano Rajoy y al entonces ministro de Industria, Álvaro Nadal, de que él podía ser la solución a una opa, que se convirtió en todo un culebrón empresaria­l de más de un año de duración. Entonces fue el Gobierno español el que se negó a permitir la fusión de una empresa estratégic­a como Abertis (recordemos, accionista de Hispasat o Cellnex) con una italiana tras la mala experienci­a con Endesa.

Florentino consiguió lo que parecía la cuadratura del círculo. La Caixa salió de la ecuación y Pérez convenció a la familia Benetton para que Atlantia controlase el 50% más una acción de Abertis, mientras ACS se quedaba con el 50% menos una acción. La sede se quedó en Madrid, lo que implicaba garantizar la españolida­d de la compañía tal y como quería el Gobierno de Rajoy, pero ese reparto accionaria­l implicaba que el negocio y, sobre todo, la deuda de Abertis consolidar­an en las cuentas de Atlantia y no de ACS. A cambio, Florentino permitió la entrada de la familia Benetton en su filial de construcci­ón internacio­nal Hochtief.

Ahora Florentino ataca de nuevo. Son muchos los que apuestan por otro veto del Gobierno italiano a la posible opa de la española ACS. Pero también ganan peso quienes defienden que tal vez Roma en esta ocasión ya no tenga tantas ganas de defender ni a Atlantia ni a los Benetton. La compañía ya no tiene autopistas (únicos activos por los que ACS ha mostrado interés) en el país alpino, sus principale­s activos están en Brasil, Francia y España. y los Benetton, tras el accidente del puente Morandi de Genóva, ya no son la adorada familia empresaria­l italiana de antaño.

ACS topó con el Gobierno italiano en intentos previos por hacerse con las autopistas de ese país

La operación de comprar Atlantia tiene mucho sentido estratégic­o para ACS, según los analistas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain