La tecnología, el estrés y la gallina
El uso indiscriminado de las nuevas herramientas digitales puede lastrar productividad y bienestar
Barcelona
Esopo creó una de las fábulas más conocidas y perdurables de la historia: la gallina de los huevos de oro. La obra explica cómo una pareja de humildes campesinos descubre que una de sus gallinas pone un huevo de oro cada día. El hallazgo podía acabar definitivamente con las preocupaciones económicas de la familia, pero una noche deciden acelerar el enriquecimiento matando a la gallina para acceder a la mina de oro que creían que existía en su interior. El problema es cuando se dan cuenta de que dentro del animal no hay nada y que, por tanto, han destruido por completo su principal fuente de bienestar.
La metáfora se suele asimilar a los riesgos inherentes a la avaricia humana, aunque la profesora Maty Tchey hace otra lectura muy interesante aplicada a la gestión empresarial y basada en la convicción de que todos somos gallinas que ponemos huevos de oro, entendidos como el resultado de nuestro trabajo, sea cual sea la posición que ocupamos. Dicho de otra manera: que las personas somos el activo más importante de cualquier organización, así que existe una responsabilidad (tanto individual como colectiva) de cuidarnos para seguir avanzando sin necesidad de perder el plumaje. Y es que, tal y como refleja la fábula, sin gallinas no hay oro.
Después de más dos años de crisis sanitaria global, con todas las turbulencias personales y profesionales que ha implicado, es imprescindible tomarse muy en serio el cuidado de la gallina de los huevos de oro que todos poseemos. Y es que, a la fatiga pandémica acumulada, hay que sumar como mínimo dos grandes cambios en las dinámicas profesionales, derivados de una digitalización medio improvisada, que están impactando de lleno en la calidad del trabajo: la multiplicación de los canales de comunicación y el incremento de reuniones telemáticas.
Zoom, Teams, Meet, Hangouts, Slack, Skype, Jitsi... En enero del 2020 estas herramientas digitales eran prácticamente desconocidas