El camión eléctrico será competitivo en tres años
Un estudio advierte de la necesidad de adelantar el fin de la venta de camiones con motores de combustión
El transporte de mercancías por carretera es fundamental para la economía y el funcionamiento de la sociedad, pero es también uno de los principales culpables de la crisis climática. Se estima que mueve el 95% de las mercancías en un país altamente dependiente de este método de transporte, como es el caso de España. Como consecuencia, es responsable del 9,8% de las emisiones de gases de efecto invernadero (un 8,19% corresponde a los camiones, y el 1,63% restante, a las furgonetas).
Su descarbonización es uno de los mayores retos en materia de acción climática. Y España no va por el buen camino, según el estudio Posibles opciones y vías tecnológicas para conseguir un transporte de mercancías por carretera sin emisiones de carbono en España.
Realizado por la consultora Cambridge Econometrics, el informe alerta de la necesidad de adelantar las fechas previstas para el fin de la venta de furgonetas con motores de combustión interna (prevista para el año 2035) y de camiones con esa tecnología (establecida para el 2040). Insta también a tomar medidas adicionales centradas en la reducción anticipada del uso de ese tipo de vehículos contaminantes.
La buena noticia, que llega también de la mano del estudio de Cambridge Econometrics, es que se estima que los camiones eléctricos serán competitivos en torno al 2025 con respecto a los de combustión interna. Sin embargo, para que los vehículos de pila de combustible de hidrógeno sean también competitivos habrá que esperar hasta el 2030.
Estas estimaciones pueden variar en función de la mayor o menor rapidez con la que estas tecnologías (baterías, sistemas de recarga y células de combustible) y combustibles (hidrógeno verde) puedan bajar de coste, así como la evolución del incremento esperado de los costes de los combustibles fósiles (diésel, gasolina, gas natural), ahora disparados a causa de la invasión rusa de Ucrania.
En este sentido, el responsable de políticas de transporte de mercancías de Transport & Environment (T&E), Carlos Bravo, advirtió en la presentación del estudio que “no será posible conseguir la descarbonización total del transporte de mercancías sin apostar por las tecnologías cero emisiones en camiones y furgonetas. Lamentablemente,
en España, hay un gran desfase entre las políticas actuales y las que serían adecuadas para dotar al sector de una trayectoria coherente para lograr ese objetivo”.
Además de invertir más en innovación para avanzar en la electrificación y el despliegue de infraestructuras de recarga, en la presentación del informe se apuntaron otras medidas para reducir la huella de carbono del sector del transporte de mercancías. Estas son una mayor apuesta por el transporte ferroviario y el uso de la digitalización como herramienta para optimizar consumos y reducir el retorno en vacío.
Por su parte, la secretaria general de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, María José Rallo del Olmo, indicó que “solo renovando la flota se podría reducir las emisiones de forma significativa”. La secretaria general explicó que la edad media del parque automovilístico español es de 13,1 años, 2,3 años más que la media europea.
Bravo puso esperanzas en los próximos cambios normativos: “Además de la actual revisión de la normativa en materia de emisiones de CO2 de las furgonetas y, próximamente, de los camiones, por parte de la Unión Europea, la discusión del actual anteproyecto de ley de Movilidad Sostenible abre en España un amplio abanico de posibilidades de mejora en este ámbito”.
La Unión Europea –y España como país miembro– se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática para el año 2050.