Investigar pero sin patentes

El Institut d’Economia de Barcelona (IEB) cumple 20 años como referente de la investigación económica en Catalunya, especialmente en fiscalidad

La investigación universitaria, si está bien hecha y es fruto de un trabajo riguroso y prolongado en el tiempo, más tarde o más temprano deriva en una patente. No toda. La que se hace sobre economía, no, reflexiona el expresidente del Institut d’Economia de Barcelona (IEB) Salvador Alemany, lo que dificulta su visibilidad. El Institut acaba de cumplir 20 años como centro de investigación en economía con el objetivo de contribuir al debate y a la toma de las decisiones de política económica.

Fundado en el 2001 en el seno de la Universitat de Barcelona y reconocido por la Generalitat de Catalunya, el IEB recibió un importante impulso en el 2008 con la constitución de la Fundación IEB, en cuyo patronato participan empresas privadas como La Caixa y Saba, instituciones públicas como el Àrea Metropolitana de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona y universidades como la de Barcelona y la Autònoma de Barcelona.

“El objetivo del IEB es que hay una voluntad de trasladar esta investigación a la política económica. Yo creo que este es el diferencial. El IEB nace alrededor del tema del federalismo fiscal y de la financiación autonómica”, reflexiona Martí Parellada, presidente del IEB.

Son preciamente los estudios sobre el modelo de financiación y la política fiscal autonómica y estatal los más reconocidos. “Todo lo que es financiación autonómico ha sido clave para el IEB a lo largo de estos años”, dice Joaquim Coello, primer presidente de la institución y actual presidente de honor. “Este foro ha sique do especialmente idóneo porque ha permitido unir la academia, las administraciones públicas y las empresas”, añade.

El cambio llegó con la constitución de la fundación y la creación del patronato en el 2008. “Es fundamental la colaboración público-privada”, dice José María Durán-Cabré, director del IEB. Coello añade que “la colaboración entre empresas y universidades es difícil. No tenemos tradición de hacerlo en España. Es importante destacar que no hay incentivos fiscales para hacerlo”.

Por eso, Durán-Cabré insiste en que “al no tener que crear patentes, nosotros lo que creamos es investigaciones que se publican en las revistas científicas”. Y esos trabajos al final tienen también voluntad de influir en la acción política para mejorar la sociedad en su conjunto. Es como conseguir una patente en la industria

Fundado en el 2001 en la Universitat de Barcelona, el IEB se convirtió en fundación en el 2008

mejore los procedimientos ya existentes en las fábricas.

Aunque estrictamente el 20.º aniversario se cumplía el año pasado, se optó por retrasar la celebración por la pandemia de la covid. Este martes, el IEB conmemorará el aniversario con unas jornadas en las que participará, entre otros, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Durante estos años, uno de los momentos más complicados para un centro de investigaciones económicas como el IEB fue el proceso independentista en Catalunya, ya que apenas hubo informes científicos sobre los escenarios de un proceso secesionista. Desde el Institut reivindican todo el trabajo sobre federalismo fiscal realizado y las investigaciones que se usaron para otros organismos como la Carec, o el extenso informe presentado hace unas semanas precisamente sobre esa cuestión, en el que han participado muchos miembros del IEB.

“El tema del 2017 se trabajó bastante con los estudios sobre financiación de los años anteriores”, indica Alemany. Precisamente una de las grandes señas de identidad del organismo es el rigor en los trabajos. La falta de medios –al ser un centro con pocos investigadores– provoca que no siempre puedan reaccionar con la rapidez que en ocasiones requiere la actualidad.

Durán-Cabré indica que “cada vez hemos asumido más que es importante hacer investigación de calidad, pero también dar a conocer. Hemos de encontrar el equilibrio entre el mantenimiento de la rigurosidad y poder reaccionar rápido con los temas que se planteen”.

Ahora, además de la fiscalidad, el IEB está muy centrado en “la sanidad y, por extensión, las políticas públicas, las infraestructuras y todo lo que hacer referencia a Europa a través del grupo EuropeG”, dice Parellada. Durán-Cabré añade las cuestiones relacionadas con las ciudades, la movilidad o la energía.

Son temas que irán engrosando la cartera del IEB, pero sin patentes. Por ahora. Quizás algún día aparezca una. Tienen 20 años más por delante.