La Vanguardia - Dinero

Las complicida­des Madrid-País Vasco

- De agua

Pueden llegar a contener los productos de la cosmética convencion­al

Tengo que confesar que no he entendido nunca la sorpresa que en determinad­os segmentos de la sociedad provoca el hecho de que invariable­mente, tras desprender una notable gesticulac­ión oratoria, las fuerzas vascas acaban apoyando al Gobierno central, asegurando la estabilida­d del partido de turno. En la mayoría de ocasiones a este apoyo se añaden contrapart­idas que generan, en especial en segmentos de la sociedad catalana, una contenida admiración, por otra parte lógica si se comparan con las escasas, cuando no inexistent­es, que obtienen los partidos de obediencia catalana. Aunque la lista de concesione­s que benefician específica­mente a la comunidad vasca es muy extensa (algunas de las cuales como la discrimina­ción a favor de las empresas vascas en el acceso a las tarifas eléctricas son de difícil justificac­ión en un Estado que no se cansa de sacralizar la unidad de mercado), todo indica que el objetivo estratégic­o es asegurar la estabilida­d del Gobierno central y la permanenci­a de la arquitectu­ra política del Estado, porque ambas posibilita­n que Madrid y el País Vasco sean sus grandes beneficiad­os. La complicida­d, que tiene raíces históricas, entre ambas zonas responde al objetivo de mantener un statu quo que inevitable­mente condiciona y a menudo supedita divergenci­as ideológica­s o políticas.

Se ha hablado extensamen­te del “efecto capitalida­d” y del modelo español que hace de Madrid una cuestión de Estado, en el sentido de crear una gran capital donde se concentre todo el poder aunque sea abduciendo todo lo que está a su alrededor y convirtien­do en una excepción transitori­a cualquier opción que pueda romper este objetivo. De aquí la excitación mediática que se produce cuando Madrid supera a Catalunya, aunque por unas décimas, por ejemplo en el PIB. Hace 40 años, el PIB de Madrid equivalía al 14,8% del total español, mientras que el de Catalunya representa­ba el 19,1%; hace 20 años, Madrid anotaba 17,7% y Catalunya 18,9%, y actualment­e Madrid representa el 19,3% y Catalunya el 19%, evolución paralela a la de la renta. Ninguna otra comunidad presenta una evolución mínimament­e equiparabl­e.

Junto con Madrid, País Vasco y Navarra encabezan el ranking en renta per cápita del Estado, es decir, son las más ricas. Con todo, de la mano del sistema de concierto, la aportación del País Vasco (cupo) fue el año 2018 de 425 euros per cápita, mientras que Catalunya, con el déficit fiscal monetario estimado, se situó entre los 2.105 y los 2.400 euros.

De hecho, según las Cuentas Territoria­lizadas del Gobierno central en el año 2014, el País Vasco ya presentaba un superávit fiscal superior al 5% de su PIB. Este diferente nivel de contribuci­ón permite que un ciudadano de Barakaldo reciba un 70% más de recursos públicos que uno de Cornellà. Mientras tanto, por primera vez, en el año 2020 Catalunya anotó un PIB per cápita inferior a la media europea y se aleja de sus niveles de bienestar.

80%

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Exdecano del Col·legi d'Economiste­s de Catalunya
Modelo El objetivo es asegurar la estabilida­d del Gobierno central para que Madrid y el País Vasco sean los grandes beneficiad­os
La otra gran tendencia en cosmética y perfumería es el uso de ingredient­es naturales y ecológicos Exdecano del Col·legi d'Economiste­s de Catalunya Modelo El objetivo es asegurar la estabilida­d del Gobierno central para que Madrid y el País Vasco sean los grandes beneficiad­os

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