Burbuja inmobiliaria (II)
La elevada inflación y los bajos tipos de interés de las hipotecas han disparado el precio de la vivienda en España
Dice la sabiduría popular que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Esto es lo que nos puede volver a pasar si no se ponen las medidas necesarias para evitar una segunda burbuja inmobiliaria.
Los expertos afirman que el coste de las viviendas de segunda mano aún está por debajo del alcanzado en la gran ola especulativa del 2007. Aunque advierten que el ritmo de crecimiento de los precios es el mayor de los últimos quince años. No estamos técnicamente en burbuja, pero sí en un recalentamiento del sector que nos puede llevar a la pesadilla de hace tres lustros, cuando se produjo el crac y entramos en la mayor recesión de los últimos ochenta años.
Esta situación era previsible. Las hipotecas se están firmando en torno al 2% y la inflación crece el 8,7%. Con este panorama, quedan pocas opciones para preservar el ahorro de las familias acumulado durante los dos años de pandemia.
La inflación es ese ladrón invisible que sigilosamente mete la mano en nuestra cuenta corriente y nos la va vaciando. Mes a mes nos están quitando los ahorros de toda nuestra vida.
Prácticamente no hay ningún activo financiero que garantice rentabilidades próximas al 9%. Lo mismo se puede decir con las carteras de valores o con las letras o bonos del Estado. Los inversores no tienen dónde invertir porque el Gobierno ha ido eliminando todos los incentivos para estimular el ahorro. Hasta el punto de acabar con los fondos de pensiones, que era el último refugio para evitar una vejez pobre.
Resulta incomprensible que un país que necesita del ahorro exterior para financiar su desarrollo esté despreciando el ahorro de sus