La Vanguardia - Dinero

El petróleo y el gas salvan de momento a Rusia

El aumento de las exportacio­nes de crudo a Asia ha compensado la pérdida de clientes europeos y permite al Kremlin resistir las sanciones

- Gonzalo Aragonés

Moscú

Los países occidental­es han aplicado este año a Rusia paquetes de sanciones sin precedente­s para castigar al Kremlin por poner sus botas en Ucrania. La undécima economía del mundo se tambaleó al principio, pero no lograron tumbarla como esperaban algunos, y mucho menos forzarla para que el presidente ruso, Vladímir Putin, renuncie a sus objetivos en el país vecino.

En 2022 Rusia sufrirá una dura caída del PIB (6%, según el Fondo Monetario Internacio­nal), pero no tan dramática como había previsto antes (8,5%; otros veían un 15%).

“La economía rusa sufrió mucho. El golpe a corto plazo ha sido comparable al de 2008-2009”, explica a Dinero Antón Tabaj, economista jefe de la agencia de calificaci­ón de riesgos Expert RA de Moscú. “Pero no sufrió como esperaban quienes aplicaron las sanciones y muchos economista­s nacionales. La imagen es muy tranquila: no hay una crisis bancaria ni un fuerte aumento del desempleo”.

Las razones son varias. En un mundo globalizad­o, Rusia ha cultivado en los últimos años relaciones con países que no están dispuestos aplicar las políticas occidental­es.

Vladímir Klimánov, jefe del Centro de Política Regional de la Academia de Economía y Administra­ción Pública (Ranepa), explica vía correo electrónic­o que “la economía rusa tiene un alto grado de estabilida­d, resistenci­a a influencia­s externas a gran escala. Rusia es un gran exportador de materias primas y bienes importante­s para la economía mundial ( gas natural y petróleo primero; metales, fertilizan­tes minerales, cereal). El fuerte aumento de los precios de la energía y otros tipos de materias primas, que son los principale­s productos de las exportacio­nes rusas, ha contribuid­o a la preservaci­ón de los ingresos, incluso con reducción del volumen”.

En el interior, han ayudado las “adecuadas medidas del Banco Central de Rusia para controlar los mercados de capital, sin controlar directamen­te el cambio de divisa y los precios, o la posibilida­d de disponer de recursos presupuest­arios”, apunta Tabaj.

Como consecuenc­ia, el rublo, que en febrero cayó hasta un 30% , se ha ido recuperand­o y, con el petróleo al alza, en junio era la divisa mundial que mejor se comportaba. La inflación también se ha logrado controlar. Y la salida de más de 1.200 empresas extranjera­s se ha maquillado bien cuando empresario­s rusos han comprado algunas marcas significat­ivas, como la cadena de comida rápida McDonald’s.

Pero son el petróleo y el gas, con más de un quinto del peso del PIB en la primera mitad del año (21,7%, según Rosstat), quienes están tirando del carro.

En estos meses Rusia ha obtenido ganancias descomunal­es gracias al aumento del precio del petróleo y el gas natural. Las exportacio­nes de este último sí se resintiero­n, con el descenso de un 60% de los suministro­s a Europa, pero los de petróleo se han mostrado muy sólidos después de que Moscú lograra cambiar sus clientes de Europa por los de China e India, aunque haya tenido que hacer descuentos del entorno del 30%.

En enero, cuando todavía parecía impensable que Rusia entrase en

Con el comienzo del conflicto en Ucrania, la moneda nacional rusa parecía desplomars­e al infinito. Rondó las 120 unidades por dólar cuando antes estaba en 75. Las medidas del Banco Central revertiero­n la tendencia. Pero los altos precios del petróleo han hecho que el rublo haya cogido mucha fuerza. Hoy se cambia a 60.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain