La ‘start-up’ que todo lo vuelve inteligente
Tic Tap utiliza un sistema de etiquetaje que, sin necesidad de una app, conecta el mundo físico con el digital
Acercar el teléfono móvil a un objeto con una etiqueta inteligente y que automáticamente aparezca toda la información relativa a ese producto o servicio. Esta es la propuesta de la start-up barcelonesa Tic Tap. “Empezamos a finales del 2015 como una firma de consultoría para aplicaciones de telefonía móvil y nos dimos cuenta de que son muy pocas las apps que realmente acaban funcionando porque su mantenimiento es muy costoso”, afirma Jordi Breda, cofundador de la empresa emergente Tic Tap junto a Guillermo Ferrer.
La afición por la electrónica y las nuevas tecnologías de este par de amigos de la universidad les llevó a desarrollar su solución actual, que conecta el mundo físico con el digital mediante NFC (Near Field Communication) y sin necesidad de ningún aplicativo móvil. El éxito de la herramienta creada, que lanzaron en el 2017, ha llevado a este par de emprendedores a dejar, poco a poco, la consultoría para centrarse en esta nueva área de negocio.
Sus principales clientes son empresas industriales. Destacan compañías como la farmacéutica Zambon, Climatec, el Grupo Damm, Alstom... “La utilizan para realizar la trazabilidad, inventariar y gestionar sus activos físicos, desde una máquina a un extintor o un botiquín”, indica Breda. “Les sirve, por ejemplo, para saber cuándo deben realizar el mantenimiento”,
Guillermo Ferrer y Jordi Breda empezaron como consultores de aplicaciones para móviles añade el emprendedor. Por otro lado, también han digitalizado las tarjetas de presentación. Han creado un código QR que al escanearlo con el móvil muestra el perfil profesional de la persona y permite mostrar vídeos, ofertas, formularios, catálogos, redes sociales… Las Vcards de Tic Tap ya están siendo utilizadas por compañías como CTC, Basf o Eurofred.
Tic Tap cuenta con oficinas en Barcelona (ciudad que acoge la sede de la empresa), Vilassar de Mar (donde se encuentran los desarrolladores) y Galicia (en un coworking). Opera en ocho países (España, Andorra, Holanda, República Checa, Singapur, Perú, Colombia y Brasil) y están a punto de dar el salto a Reino Unido. Con el objetivo de incorporar a más personal para seguir creciendo, los emprendedores están inmersos en una ronda de financiación de medio millón de euros. En la actualidad, emplean a 14 personas.
Prevén acabar el 2022 doblando facturación, que el año pasado fue de 183.000 euros. Más a largo plazo, los cofundadores quieren “crecer a nivel de recursos y de proyección, así como crear nuevas verticales para abrirnos a sectores como el hotelero o el del retail”, afirma Breda.