Sofitel vuelve a España por Barcelona
El antiguo hotel Skipper, luego Pullman, operará bajo una de las marcas de lujo del grupo francés Accor
Accor, uno de los gigantes de la hotelería mundial, recuperará la marca Sofitel en España el próximo 18 de octubre. Será con la reapertura del hotel Skipper, establecimiento situado junto a las playas y el puerto olímpico de Barcelona y que hasta hace unos años operaba como Pullman, otra de las marcas del grupo francés. Ahora, la propiedad ha decidido que este establecimiento forme parte de su catálogo de hoteles de lujo y para ello ha invertido 40 millones de euros en trabajos de modernización de este edificio vecino del parque de investigación biomédica.
“Vamos a convertir el de Barcelona en buque insignia de los Sofitel del sur de Europa”, indica a La Vanguardia el hotelero Matthias Bernard, que desde hace dos años es quien pilota la transición del establecimiento de la escala prémium a la de lujo. Bernard, de larga experiencia en otras cadenas de prestigio como Fairmont, Kempinski o Ritz Carlton, recuerda que la marca que ahora recupera su hotel tuvo presencia en España hasta el 2007.
“Los estándares de calidad en un Sofitel son muy altos y si no se alcanzan se opta por cambiar su sello. En el caso de Barcelona ahora tenemos la oportunidad de crear un viaje a la elegancia natural con un punto de irreverencia”, indica este directivo plenamente integrado en una ciudad de la que alaba su energía, potencial e incluso el compañerismo que existe entre sus colegas del sector del lujo, “algo que no sucede en otras capitales,” indica.
El hotel de cinco estrellas que dirige empezará a recibir huéspedes en cuatro semanas. Estos se alojarán en 225 habitaciones, de las que 25 son suites. Quienes lo hayan conocido en su etapa anterior percibirán uno de los mayores cambios antes de entrar en las instalaciones: un jardín vertical de más de 300 metros cuadrados dará la bienvenida y romperá la tradicional discreción de su fachada, que pasaba bastante desapercibida en relación con los edificios vecinos.
Se apunta a que el cliente tipo será una mezcla entre el viajero de ocio y el huésped de negocios y reuniones, pues con más de 800 metros de salas disponibles, se pretende seguir dando espacio a la actividad de reuniones, incentivos y convenciones o MICE, por sus siglas en inglés, sector que en Barcelona sigue teniendo un peso importante junto al puramente turístico, en cuya vertiente de lujo este nuevo hotel aspira a gestionar un porcentaje del que llega a la ciudad, para el que tiene en el mismo recinto una buena oferta gastronómica y de ocio con restaurantes, terrazas y piscinas.
El Sofitel que se abre ahora será uno de los 120 que hay repartidos por 40 países, y su inauguración irá casi en paralelo con los de la misma marca que también se abrirán durante estos meses en localidades como Ciudad de Panamá, Adelaida o Seúl. Estas aperturas consolidan la tendencia positiva que Sebastién Bazin, presidente y consejero delegado de Accor, anunció en la ultima presentación de resultados de la compañía. El que también fuera presidente del Paris Saint Germain, equipo en la élite del fútbol europeo, indicó que su grupo se recuperó significativamente en el primer semestre del 2022 tras dos años muy difíciles en la industria del turismo. Bazin añadió que, en el segundo trimestre del 2022, la actividad se recuperó a niveles cercanos, si no superiores, a los del 2019 salvo en China, por sus políticas sanitarias, y el Sudeste Asiático, que depende en gran manera de los huéspedes de ese país.
Con casi un centenar de establecimientos en España, Accor confía en los buenos resultados del verano y en un otoño fuerte, con la recuperación de las grandes convenciones, para alcanzar un fuerte crecimiento en ebitda o resultado bruto de explotación, con un objetivo de más de 550 millones para el 2022, sin dejar de mantenerse atentos a la evolución del entorno geopolítico y económico internacional.
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