Tokenización de la energía renovable
Hay quien dice que la normativa y los modelos reguladores actuales son muy poco permisivos y limitantes respecto a las comunidades energéticas y el autoconsumo colectivo y que, por lo tanto, no se puede hacer nada hasta que este marco legal no cambie. Según mi opinión, esta es la excusa de los carentes de ideas y de capacidad de innovar.
Lo que es interesante de este marco normativo es que deja muchos resquicios que permiten crear soluciones de democratización de la energía revolucionarias. Una de las limitaciones, aparte de las restricciones de distancia entre punto de generación y consumo, es que el autoconsumo colectivo permite solo compartir energía entre el generador y el consumidor. Es evidente que si yo tengo una instalación fotovoltaica que produce más energía de la que yo necesito no quiero regalar este excedente (porque “compartir”, en este contexto, quiere decir regalar). Lo que acabaré haciendo, pues, es un autoconsumo individual acogido a compensación; es decir, mi comercializadora me comprará la energía excedentaria a precio de risa, para venderla a los mercados mayoristas a precio de llorar.
¿Qué pasaría, sin embargo, si tokenizamos esta energía que el autoconsumidor excedentario ahora malvende en los mercados? Cuando hablo de tokenizar quiero decir representar las unidades energéticas en tokens, activos digitales a los cuales otorgamos un valor, y que son representados en una blockchain. Si lo hacemos, no pasaría nada, porque no estaríamos incumpliendo ninguna norma y, por lo tanto, el regulador no se puede oponer. Sin embargo, supondría un gran avance, porque estaríamos haciendo una revolución que aceleraría la transición energética.
Desde el CBCat (Centre Blockchain de Catalunya) nos referimos a esta iniciativa como “la revuelta de los tejados”, que está tomando forma bajo el proyecto reWatt. ¿Y qué hace falta para llevarla a cabo? Muy poco: una instalación fotovoltaica, unos consumidores que quieran los excedentes y un wallet (monedero) blockchain para poder comprar y vender esta energía. No hace falta ningún acuerdo con comercializadoras ni que el regulador autorice.
El reWatt es una herramienta de formación de comunidades locales de energía (concepto no incluido en las directivas europeas), con participación de los ayuntamientos. Veremos pronto un primer reWatt en Badalona, se llama del Node d’Energia del CBCat, y trabajaremos para que Catalunya sea un reWatt de reWatts.
Así pues, ante la cuestión de si la tokenización de la energía es un mito o una realidad, podemos responder con firmeza que es una realidad. Y suerte tenemos de que así sea, porque los mecanismos tradicionales se han demostrado insuficientes para impulsar la más que necesitada transición energética. Desde el CBCat nos aliamos con la ciudadanía para empoderarla, no solo en la autosuficiencia energética a escala individual, sino para conseguir la soberanía energética como colectivo.