Cambia antes de que te obliguen
SIEMPRE BRILLANTES, A VECES DIFÍCILES Sandrine Rampont
Personas con altas capacidades intelectuales, superdotados... en un contexto de cambios acelerados donde lo imprevisible es norma e imaginar el futuro requiere comprender la complejidad e innovar para adaptarse, la inteligencia global, afirma la autora, es más importante que los conocimientos o la experiencia, y resulta clave identificar, entender y apoyar a las personas con altas capacidades intelectuales, difíciles de gestionar y que desafían las decisiones pero cuya inteligencia e intuición son clave en el nuevo escenario.
LA PLATA Y EL PACÍFICO
Peter Gordon y Juan José Morales
Andrés de Urdaneta consiguió en 1565 lo que nadie había logrado: encontrar los vientos y corrientes adecuados para cruzar el Pacífico desde Asia a América. Era un objetivo del rey de España y su llegada a México se celebró con fastos. La ruta comercial resultante proporcionó la plata de las Américas que acabaría siendo la base de la economía china y, afirman, los autores, transformando la economía global: el mundo conectado y globalizado actual tiene su origen, dicen, no tanto en la revolución industrial como en esta conexión decisiva.
CURSO DE MARKETING EN LINKEDIN Rubén de Gracia
LinkedIn es un lugar de networking y relaciones donde una buena estrategia, asegura el autor, puede generar mayores ventas para un negocio sin necesidad de tener millones de seguidores. Una de cada tres ventas online entre empresas se cierran en esta red, cuatro veces más que Facebook. Este libro examina desde cómo crear un perfil de alto impacto en esta red a entender quiénes son los potenciales clientes, conseguir reuniones de venta, obtener datos para prepararla o vender a través de publicaciones.
La diferencia entre el momento actual y el de otras revoluciones radicales consiste en que no sólo cambian las tecnologías y los modelos de negocio, sino que ahora el tiempo para la transformación es muy limitado. Daniel H. Wilson, el enfant terrible norteamericano de la robótica y la digitalización, ha afirmado que “los humanos sostenemos una relación amor-odio con la tecnología; nos alegramos mucho cuando avanza, pero odiamos lo rápido que está cambiando nuestro mundo”.
En la revolución agrícola inglesa de principios del XVII, por ejemplo, –sin la cual no se habría generado el capital necesario para impulsar la revolución industrial de un siglo después–, la mecanización del campo, los novedosos fertilizantes o la incorporación de nuevos forrajes para los animales facilitaron la rotación y la ampliación de los cultivos, así como la mejora de la raza ganadera. De esta forma se modernizaron las explotaciones agrícolas y ganaderas. Lo mismo ocurrió en la primera revolución industrial del último cuarto del XVIII en Europa y en América del Norte; o en la segunda, un siglo después, a caballo del gas, la electricidad, el petróleo y los nuevos sistemas de transporte.
Ninguna de estas revoluciones estuvo presionada por una fecha límite: todas dispusieron como mínimo de un siglo para desarrollarse. Ahora la situación aparece bien distinta. La revolución digital viene acompañada de una exigencia paralela. Por primera vez en la historia, el cambio de era exige destruir parte de lo construido. Durante los últimos doscientos años, el desarrollo económico se ha basado en materias primas altamente contaminantes, en sobreexplotación de determinadas energías, que han dañado el planeta hasta algún punto de no retorno. La reconstrucción de la sostenibilidad exige modificaciones sustanciales a medio y largo plazo, nunca tan largo como en las anteriores. En el 2030, la UE se ha fijado la reducción a la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero, con el fin de alcanzar en el 2050 la total neutralidad climática. Quedan 7 años y un día; y 27 años y otro día.
Por eso, crece la inquietud y el desasosiego estos días entre las grandes empresas europeas. El uno de enero del 2023 entra en vigor la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD). La norma obliga a las grandes –y pronto, al resto–a introducir en su contabilidad informes sobre los proyectos de sostenibilidad y las garantías de su cumplimiento, con vistas al Pacto Verde Europeo. Ya no se trata de decidir si los automóviles deben ser eléctricos sino de que los vehículos cumplan en el 2030 los compromisos fijados de reducción de la contaminación. Tampoco se trata de cómo trasladar pasajeros del avión a medios menos contaminantes, sino de que la aviación alcance los objetivos medioambientales en esa fecha. Jack Welch, el CEO que convirtió la General Electric en la compañía más valiosa del mundo, solía decir: “cambia antes de que otros te obliguen”.