“Las agencias somos un equipo de alto rendimiento”
en estos tiempos revueltos.
Enamorar a las nuevas audiencias es uno de los retos.
La cuota de atención de los jóvenes ha disminuido radicalmente. Hay que escucharlos más y entender mejor su comportamiento, para saber qué les interesa, qué no y cómo impactarles sin ser intrusivos para conectarlos con las marcas.
¿Cómo se ha preparado Omnicom para afrontar ese desafío?
Hemos hecho los deberes. Trabajamos con modelos de atribución y contribución que nos ayudan a determinar qué medios funcionan más y cuáles menos, incluso teniendo en cuenta el tipo de creatividades. Los modelos predictivos nos permiten tomar las mejores decisiones para nuestros clientes.
La hiperfragmentación de los medios es otro de los nuevos condicionantes.
Hay muchos más actores en el mercado. Los consumidores también han cambiado. Y los anunciantes tienen otros retos, con ejes como la sostenibilidad que importan cada vez más. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo, pero el ecosistema está tan revuelto que hace que nuestro rol como agencia de medios cobre especial relevancia: ayudar a los anunciantes a invertir de forma muy adecuada con un presupuesto que seguro es inferior al del pasado.
¿Qué lecciones han aprendido tras la pandemia?
Estamos mejor preparados. Hemos ganado en resiliencia y agilidad, a tomar decisiones rápidamente. También despreciamos más la superficialidad, a los ladrones de tiempo. Y continuamos con el impulso de las áreas de tecnología y data para tomar decisiones en base a datos y ser determinísticos, no probabilísticos.
¿Cómo ve a los medios de comunicación?
Tienen un papel clave por la seguridad que ofrecen sus contenidos a los anunciantes. Aportan solidez y credibilidad tanto a la publicidad como a las audiencias cuando consumen esos medios.
¿Augura un buen futuro a la industria?
Mi misión es abrazar el reto y dirigir el cambio. “Cuando algo funciona, mejóralo; cuando no funciona, cámbialo; y si no existe, créalo. Estamos en continua mejora”.
Natalia Pastor
Más rápido no siempre es mejor, excepto si hablamos del corredor mediterráneo. Una oportunidad de acelerar el transporte de personas y mercancías e impulsar la economía, el turismo y el empleo, tal y como señala el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda. “Según las previsiones de la Unión Europea, el transporte de mercancías aumentaría su tráfico en un 29% gracias a la conexión de nuestros puertos y aeropuertos con la red ferroviaria. Con ello, el volumen de exportaciones españolas se habría duplicado y nos estaríamos ahorrando mucho dinero gracias al transporte de nuestros productos en tren hacia Europa”, expone. Habla en condicional porque hay años de retraso –20, en concreto– en una infraestructura ferroviaria que, a pesar de las dificultades, no ceja en su empeño de ser lo que está llamada a ser: un eje vertebrador del territorio y las personas que viven en él (el 50% de la población de España conectada entre sí y con Europa). “El corredor mediterráneo favorece la cohesión territorial de nuestro país y la creación en España de un nodo logístico de primer nivel y de referencia en Europa”, apunta el presidente de la AVE. En la práctica, el corredor mediterráneo aspira a disponer de una doble plataforma (dos vías en cada sentido) en ancho internacional (pasando del actual de 1.668 mm a 1.435 mm) y con alta velocidad desde la frontera francesa hasta Algeciras, uniendo ciudades tan importantes como Barcelona,
València, Alicante, Murcia y Málaga, y conectándolas a su vez con el resto de Europa. Una infraestructura necesaria que, además de transportar personas y mercancías más rápido, impulsará las exportaciones, el desarrollo sostenible y el empleo. Y lo más importante, que no puede esperar más para ser finalizada.
“Las obras del corredor mediterráneo avanzan, pero no al ritmo deseado”, afirma Boluda, que también es la cara más visible del movimiento #QuieroCorredor. Desde esa plataforma realizan dos chequeos anuales en los que analizan tramo a tramo cómo se encuentra esta infraestructura. Su función es, precisamente, velar por su cumplimiento y compartir con la sociedad los beneficios que, día a día, se diluyen entre retrasos. Según el movimiento, son muchas las ventajas que aporta el corredor mediterráneo a la economía y sociedad. “En primer lugar, el corredor mediterráneo permitirá acercar los productos de las empresas del arco mediterráneo a un mercado cada vez más amplio a un precio competitivo, lo que redundaría en beneficio de toda España, ya que el arco mediterráneo español concentra el 50% de la población, el 47% de las empresas y aporta el 45% del PIB y el 51% de las exportaciones de España”, asegura Boluda. Como palanca de sostenibilidad –aceleradora de la ineludible transición energética–, el corredor mediterráneo es imperativo para la descarbonización. “Debemos avanzar hacia una intermodalidad que redunde en la eficacia y competitividad de nuestra logística, la disminución del impacto medioambiental del tráfico de mercancías y el ahorro de coste energético que este proyecto trae consigo”, valora Boluda. Además de descongestionar carreteras, esta infraestructura es también una aliada en la mejora de las ratios de empleabilidad del país, que la Asociación Valenciana de Empresarios cifra en unos 15.000 puestos de trabajo directos. “Pero no solo eso, nacerán muchas nuevas empresas gracias a los beneficios directos en sectores estratégicos como el turismo, la alimentación, la industria, la logística y el transporte”, añaden.
Los empresarios, junto con los vecinos de todas las comunidades que atraviesa, son el colectivo que más espera y que, al mismo tiempo, ejerce de revisor del cumplimiento de su ejecución, con una unidad de acción difícil de encontrar en otros sectores. “Hemos conseguido algo muy complicado, que es unir a empresarios de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Catalunya para conseguir un objetivo común”, destaca Boluda. Hasta 1.500 de ellos estarán presentes en el sexto acto empresarial por el corredor mediterráneo y segundo chequeo semestral de la AVE que se celebra en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB) el jueves 17 de noviembre.
Que el lema de la cita sea “Nuestro país no puede esperar más” evidencia hasta qué punto el factor tiempo (o paso de) está íntimamente relacionado con la ejecución del proyecto. “El principal desafío que
Barcelona acogerá el sexto acto por el corredor del mediterráneo el jueves 17 de noviembre
“El arco mediterráneo español concentra el 47% de las empresas y aporta el 45% de las exportaciones”
el corredor mediterráneo tiene por delante es vencer la carrera al tiempo”, comparten desde la AVE. “Sabemos que vamos con retraso y que la infraestructura no estará finalizada en los plazos comprometidos, pero sin el movimiento #QuieroCorredor, no estaríamos al nivel de ejecución actual”, valoran desde la AVE, cuya misión es velar por mantener la ejecución de las obras del corredor mediterráneo como prioridad en la agenda política, labor que comparten con la ciudadanía en www.elcorredormediterraneo.com. Desde la asociación liderada por Boluda no piensan bajar la guardia: “Es una infraestructura necesaria para completar la España radial con una España circular y, sobre todo, para una buena conexión con Europa”.