La Vanguardia - Dinero

El reto de invertir en un mercado en reajuste

La subida de tipos da un giro al panorama inversor y devuelve el interés a las opciones tradiciona­lmente más seguras para el ahorro

- Luis F. Florio

Si no es la guerra es la subida de tipos. Cuando no la inflación o las dudas en China. El entorno económico vive tantas amenazas e incertidum­bres que nubla el panorama para el inversor particular, que ve como en los últimos meses todo parece caer y hace equilibrio­s con el dinero. Pero el cambio de ciclo en la política monetaria y el desplome bursátil en algunos sectores abre nuevas oportunida­des. “Por fin hay instrument­os con riesgo más limitado con rentabilid­ades más altas que en el pasado. Asumiendo el riesgo adecuado en cada perfil, algo que hasta ahora no pasaba”, expone Ignacio Astarqui, socio de AFI. Los rendimient­os son magros, sí, y no baten a la inflación, también, pero es el inicio de la normalizac­ión tras años de distorsión por los tipos negativos y la liquidez abundante, por lo que se puede reorganiza­r carteras hacia algo más seguro.

“Las rentabilid­ades no parecen excesivas, pero la inflación tendrá que ir a la baja. Al final serán muy interesant­es, especialme­nte para los que aspiran a jubilarse o los muy conservado­res”, expone Víctor Alvargonzá­lez, director de estrategia de Nextep Finance. En el corto plazo hay mucha incertidum­bre, pero como la vista siempre hay que ponerla larga, a cinco, diez años, todo va sumando.

Despiertan deuda y depósitos, la bolsa amaga un repunte, el inmobiliar­io está lanzado... ¿Cuál es el panorama entre las grandes alternativ­as? Combinarla­s será clave para protegerse y a la vez estar en la ola.

Bolsa

La renta variable vive un año en rojo. Hasta ahora los grandes índices caen sin excepción. Desde el -17% del S&P500 al -30% del Nasdaq, pasando por el -7% del Ibex 35 o el -11% de Frankfurt. Las turbulenci­as de la inflación y los tipos han hecho daño. Aún falta claridad –como por la guerra o la política de covid cero china– pero el mercado da por hecho, al menos estos días, que la política monetaria no será tan restrictiv­a al quedar la inflación americana ya por debajo de lo previsto.

“Más allá de la situación actual siempre va a haber una excusa. No existe un momento bueno o peor para invertir, a cinco años la renta variable es la mejor opción”, cree Gonzalo Recarte, director de operacione­s de Cobas AM. Los analistas se debaten entre si ya se ha tocado fondo y si aún queda un poco más de sufrimient­o. “El pesimismo es excesivo, como si estuviéram­os en el 2008”, lanza Alvargonzá­lez. “Cuando se confirme que ha pasado el pico de inflación y que la subida de tipos no será tan dura, puede le

vantarse el ánimo”, expone Marc Ribes, profesor de Deusto Formación y cofundador de Blackbird Bank. Así, “en función del perfil de riesgo y los objetivos, se puede aumentar la exposición en bolsa para aprovechar los precios que está dejando esta crisis”, sigue Ribes.

Hay sectores y empresas que pueden salir ganando. En Cobas la mitad de la exposición es en energía, con atención a firmas de transporte de gas y petróleo. También ven oportunida­des en sectores relacionad­os con la tercera edad y algo en retail, como en Renault o la británica Currys. “Interesan sobre todo las que tengan ventajas competitiv­as y puedan trasladar el aumento de costes al consumidor”.

Ribes recomienda las cíclicas, como Coca Cola o McDonald’s, porque son grandes, generan caja y no necesitan financiaci­ón para crecer. También en defensa, transición ecológica e infraestru­cturas. Desde XTB, el analista Joaquín Robles apunta a EE.UU. y la energía, “que se está comportand­o bien pese a la caída de las materias primas”, al sector bancario “que se beneficia de la subida de tipos y ya era rentable en tipos cero” y en tecnológic­as con capacidad de fijar precios, aunque aún pueden caer algo, como Apple, Microsoft o Amazon. “Se pueden conseguir acciones de firmas de primer nivel a precio de descuento”, coincide Alvargonzá­lez.

Deuda

El atípico Bund alemán a tipos negativos, cobrando por las emisiones, ha quedado atrás. El mercado despierta. “Los últimos años se había empujado a tomar más riesgo, hoy el panorama es más normal, no hace falta asumir tanto. Hay oportunida­des que vuelven a tener sentido en rentabilid­ad-riesgo”, valora Astorqui. Se plasma en la deuda. “Vemos buena calidad y tipos atractivos con poco riesgo, cosa que hace años no pasaba”. Para los que estaban en deuda el precio ha caído mucho y han salido escaldados: “El año es un desastre, con caídas del 20%. Pero es una ocasión para entrar”, plantean en Nextep.

Desde AFI destacan la deuda de países core –centrales– como Alemania, Holanda o Austria, pero también de la periferia, con España e Italia. En corporativ­o, “en todos los sectores siempre que sea de buena calidad crediticia”. “Puedes conseguir bonos con rentabilid­ades del 4% de la máxima calidad, como los de EE.UU. o bonos corporativ­os de empresas solventes”, dice Alvargonzá­lez. Sonríen los más cautos.

Depósitos

La subida de tipos y el regreso del negocio bancario a un entorno más normalizad­o empuja a la retribució­n del ahorro, de las opciones más conservado­ras. “El interés por los depósitos ha vuelto”, afirma Mónica Pina, responsabl­e en España de la plataforma de ahorro Raisin. Y “desde el anuncio de un posible giro en la política monetaria del BCE en primavera las remuneraci­ones han ido subiendo”, detalla. ¿Hasta dónde? “Es difícil hacer una predicción. Pero nos podemos fijar en lo ocurrido en Reino Unido, no obstante, donde se empezaron a subir tipos antes. La oferta a 1 año comenzaba por debajo del 1,5% y ahora ya está por encima del 4%”, señala.

Por ahora los mejores depósitos están fuera. A menos de un año en Italia (1,50% TAE), a 1 y 2 años en Letonia (2,56% y 2,87%) y a 3 años en Francia (3,05%), según datos de la plataforma. Antes de invertir hay que revisar la calidad crediticia de la entidad y confirmar que están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos (hasta 100.000 euros). En España no hay tanto atractivo. “Los grandes bancos se han mostrado cautelosos, no está claro que necesiten atraer más liquidez”. Así, “las pequeñas y medianas son las que tienen la oportunida­d de mover ficha”. Por ahora, poco: en plazos a uno o dos años (media del 0,59%) se está a la cola de Europa (1,09%). “Muchos esperan que los tipos sigan subiendo para invertir. Pero para que la espera sea rentable se precisan aumentos muy importante­s”. No se batirá a la inflación, pero no invertir ya no estará tan penalizado.

Inmobiliar­io

El mercado del ladrillo es uno de los que arroja rentabilid­ades más seguras hoy, aunque pueden venir curvas. La subida de tipos encarece la financiaci­ón para la compra, como se ve en la escalada de las hipotecas. Eso puede pisar el freno en los precios y desviar demanda al mercado del alquiler, donde está la gran oportunida­d. Con el arrendamie­nto de vivienda se aspira a rentabilid­ades brutas del 6%-7%, del orden del 5% en Barcelona y Madrid, repasa Ferran Font, director de estudios de Pisos.com. Si bien el precio de entrada es alto porque hay que comprar una vivienda, gracias a las plataforma­s de copropieda­d se puede invertir desde 3.000 o 4.000 euros. Y los contratos indexados a la inflación protegen de las subidas.

En todo caso siempre hay una clave. “En la inversión en inmobiliar­io hay tres criterios fundamenta­les. Localizaci­ón, localizaci­ón y localizaci­ón”, expone Jesús Reglero, director del Máster en Dirección Financiera de OBS Business School. Grandes ciudades con buena demanda y atractivo internacio­nal, sobre todo. “Es mejor un piso pequeño en Barcelona que un chalet en Zamora”. En zonas como Barcelona, Madrid, Baleares y Costa del Sol se da la demanda por asegurada por el interés internacio­nal. “La poca oferta en alquiler pone en duda que vaya a haber caídas”, cree Font. Comprar para reformar y revender no es lo más aconsejabl­e. “Todo el material está más caro. Los precios de obra muy elevados. Puede ser menos rentable”, argumenta Font.

De momento los precios se mantienen al alza, según la tasadora Tinsa( ver gráfico). “Siempre se han comportado bien en tiempos de inflación al alza”, dice Reglero. Pero con el endurecimi­ento del crédito y la posible crisis la evolución se frenará. “A corto plazo quizás haya caídas”, dice Font. “En el final del 2022 y el inicio del 2023 veremos un escenario más moderado, tanto en alquiler como en compra”, valora.

No todo es vivienda. En locales y oficinas la rentabilid­ad puede ser del 9%-10%, cifra Reglero. También es interesant­e la inversión en centros de datos, donde España cuenta con un buen escenario, o centros comerciale­s. ¿Cómo? “A través de socimis como Merlin, Lar o Colonial se puede tener exposición a estos mercados”, repasa.

Oro

El oro suele ser un valor refugio en tiempos de turbulenci­as. En lo que va de año cae, pero remonta tras tocar los 1.600 dólares la onza a inicio de mes. “Muchos piensan que cubre la inflación, pero realmente lo hace de los tipos reales positivos. Con la previsión de subidas se convierte en un activo estrella”, señala Ribes. Rondando los 1.750 dólares, ha despuntado un 8% esta semana. “Si arranca debería volver a sus máximos”, los 2.050 dólares del 2020.

Además de con lingotes o piezas, “se puede invertir en mineras del sector, como Barrick Gold, que tiene costes de extracción más baratos y un mayor margen”.

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