¿Arte en el metaverso? No tan deprisa, Mango

Una juez de Barcelona frena a Mango y ordena cautelarmente retirar los NFT de cinco obras de Miró, Barceló y Tàpies

La nota de prensa enviada el pasado 22 de mayo sonaba a revolucionaria, moderna, cool: “Mango entra en el metaverso con tres obras de arte en formato NFT”. Los NFT o non-fungible tokens son activos digitales encriptados, únicos e irrepetibles, logrados a través de la tecnología blockchain y especialmente atractivos para el mundo del arte. La empresa de moda se lanzó a esa nueva realidad y explicó que, con motivo de la inauguración de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York, había creado una colección de cinco NFT con obras de Joan Miró, Antoni Tàpies y Miquel Barceló. Además de exponer allí las obras durante unos días, Mango informaba de que la colección estaría expuesta en el metaverso, concretamente en las coordenadas 13.82 del Museum District de Decentraland.

Pero la iniciativa tuvo una respuesta inesperada. Visual Entidad de Gestión de Artistas Plásticos (Vegap), una entidad que dice representar a 100.000 autores de todo el mundo, presentó una demanda contra Mango en julio por la presunta infracción de los derechos de propiedad intelectual de los autores y solicitó una indemnización de casi 1,5 millones de euros por daños morales y patrimoniales, así como la adopción de medidas cautelarísimas sin siquiera escuchar

1,5 millones La sociedad de artistas Vegap ha pedido 1,5 millones de euros a Mango por daños morales y patrimoniales, pese a ser la propietaria de las obras

a la demandada.

Hace unos semanas, Montserrat Morera, titular del juzgado mercantil 9 de Barcelona, decidió celebrar una vista para dar a Mango la oportunidad de defenderse y ahora se acaba de publicar un auto en el que resuelve sobre las medidas cautelares. Como recoge el escrito, “la principal controversia se centra en determinar hasta dónde alcanzan los derechos de Mango como titular de los cuadros originales (...) y “si convertir una obra de arte en un NFT supone una modificación de la obra que puede afectar a los derechos de su autor o si, por el contrario, la titularidad sobre una obra física ampara [a su propietario] para transformarla en NFT”.

Las dudas están ahí y se resolverán en la sentencia firme que siga al juicio, pero ahora había que ver si estaba justificada la urgencia en adoptar medidas cautelares, sobre todo teniendo en cuenta que la plataforma Opensea retiró los NFT de su web ya en junio y Mango ya no tenía poder de disposición sobre los mismos.

Sin embargo, la juez ha considerado que no existe certeza de que la plataforma esté custodiando bien los NFT y que, como se ha comprobado con otros casos recientes, hay un riesgo real de que puedan ser robados. Si no se protegen ahora, añade el auto, es posible que cuando llegara una eventual sentencia estimatoria ya fuera demasiado tarde.

En consonancia con lo anterior, explica que ve legitimado el derecho de la Vegap a demandar a Mango al menos por lo que respecta a las peticiones de cesación de las acciones, pero no para reclamar daños. Y también admite que es dudoso el derecho de Mango de reproducir las obras en el formato de los NFT. Por eso, la juez opta por atender parcialmente la petición de medidas cautelares.

La orden que da a Mango es que deposite en el juzgado los NFT de las obras Oiseau volant vers le soleil y Tète et Oiseau, de Miró; Ulls i Creu y Esgrafiats, de Tàpies; y Dilatation, de Barceló. En segundo lugar, requiere a la sociedad Ozone Networks, responsable de la plataforma Opensea, para que “transfiera los citados NFT a la wallet física que Vegap designe” para que queden bajo custodia del juzgado hasta que haya una resolución firme. De momento, la batalla del metaverso queda así. La juez tiene trabajo por delante en un tema que, según admite, “plantea cuestiones novedosas sobre las que no existen antecedentes jurisprudenciales ni en nuestro derecho ni en nuestro derecho comparado”.