Tarjeta amarilla del FMI
El FMI lo tiene muy claro: España va a seguir teniendo durante muchos años un problema de elevado déficit estructural, es decir, el que es independiente del ciclo económico. Su previsión es que el 2022 termine con un déficit del 4,9% del PIB y el estructural lo sitúa en el 4,5%, lo que implica que la mayor parte del actual déficit no se debe al ciclo. El estructural lo mantiene por encima del 4%, y en concreto en el 4,4% en el 2027. Que el déficit ajeno al ciclo sea tan elevado es un serio problema para la sostenibilidad de la deuda pública porque refleja que el sector público vive por encima de sus posibilidades incurriendo en un nivel de gasto que no se puede permitir al ser incompatible con su nivel de ingresos. Y el reflejo de ese problema es que la ratio deuda/PIB va a seguir en niveles muy elevados durante muchos años. En este momento, está en el 116,1% del PIB y el FMI la sitúa cerca del 110% en el 2027.
Esta tarjeta amarilla del FMI a las finanzas públicas españolas no es algo nuevo, como demuestra que la AIReF, en su observatorio de la deuda de julio, ya advirtiera de los problemas de sostenibilidad de la deuda. La AIReF señala que la reducción de la ratio deuda/PIB de los próximos años no responde a un esfuerzo por disminuir el déficit, sino por el simple aumento del denominador de la ratio, donde el PIB subirá en parte por el aumento de su deflactor en un entorno de inflación. Desde julio las cosas han ido a peor, con el BCE obligado a subir los tipos de interés. De hecho, el tipo de la deuda a 10 años ha escalado hasta el 3,5%, lo que supone una subida de los costes financieros que aumentan el déficit.
Para el FMI, el déficit primario estructural (por tanto, sin tener en cuenta los intereses de la deuda) terminará este año en el 2,5% del PIB y solo caerá 3 décimas en los próximos cinco años. En la misma línea apunta la AIReF, cuando lo sitúa para el 2025 entre el 1,5% y el 2,5%. Y si no se adoptan medidas, la AIReF sitúa la deuda entre el 125% y el 140% del PIB en el 2040. Menuda herencia dejamos a las generaciones futuras.
Una parte importante del actual déficit es responsabilidad del sistema de pensiones, que va a terminar este año con una insuficiencia de ingresos de unos 25.000 millones de euros (cerca del 2% del PIB). Y con la comprometida subida de las pensiones del 8,5% para el año que viene, el déficit será aún mayor y hay analistas (como mis colegas Doménech y Devesa) que lo sitúan en el 2,2% del PIB. Grave error en mi opinión subir todas las pensiones según el IPC (enfatizo lo de todas, porque sí defiendo subir las más bajas según la inflación).
Conviene sacar del baúl de los recuerdos el informe del comité de expertos sobre la reforma fiscal (que incluye propuestas como eliminar una parte de la larga lista de beneficios fiscales en forma de deducciones) y no improvisar con parches impositivos que no resuelven un problema que es estructural como es el bajo peso que los ingresos públicos tienen en el PIB y que es incompatible con el estado del bienestar.
Actualización Para mí es un grave error subir todas las pensiones según la evolución del IPC, sí es bueno hacerlo para las más bajas