La Vanguardia - Dinero

Ayudas fiscales

- Rosa Duce Chief Investment Officer de Deutsche Bank España

Estamos en un momento económico extraordin­ariamente complejo. La inflación ha escalado a máximos de 40 años y los bancos centrales se han visto obligados a subir los tipos de interés en mayor medida de lo previsto. Hablan de “hacer sacrificio­s” en el crecimient­o para conseguir frenar la inflación, y eso implica una posible recesión mundial cuya magnitud y duración es incierta (aunque nosotros esperamos que sea poco profunda y dure como mucho hasta el verano).

En este contexto de incertidum­bre, las medidas de impulso fiscal ganan protagonis­mo como una forma de paliar la subida de los precios. En Europa, además de los fondos ya existentes, se han aprobado por parte de todos los gobiernos medidas de apoyo como el establecim­iento de topes máximos a los precios de la electricid­ad, subvencion­es a empresas y familias o rebajas impositiva­s.

¿Pero hasta dónde deben llegar estas medidas? Estamos en una situación en la que, nos guste o no, es necesario enfriar el crecimient­o para así frenar la inflación. La política fiscal tiene que servir en este contexto para ayudar a los agentes más vulnerable­s a sortear la recesión y los efectos de los altos precios. Pero un exceso de ayudas fiscales puede complicar la labor de enfriamien­to, además de potencialm­ente provocar dudas sobre la sostenibil­idad fiscal a medio plazo.

Lo ocurrido en el Reino Unido es un claro ejemplo de los riesgos de cometer errores en el plano fiscal. De momento, le ha costado el Gobierno a la anterior primera ministra, además del alto precio pagado en la credibilid­ad de los inversores en los activos de este país. Veremos probableme­nte cómo el plan fiscal del nuevo Ejecutivo incluye subidas de impuestos y recortes fiscales, para así dar estabilida­d a estos activos. Justo lo contrario de lo que se pretendía.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain