Puertos a examen por tierra, mar y aire
Energías renovables, combustibles alternativos y muelles electrificados, los caballos de batalla
Los puertos del mundo navegan a otro ritmo en la carrera hacia la sostenibilidad y la transición energética. Requieren proyectos más globales y mayores inversiones en infraestructuras que los barcos, además de estar sometidos a una burocracia administrativa que muchas veces ralentiza los plazos. Los retos que tienen sobre la mesa son claros y pasan, en primera instancia, por mejorar la calidad del aire y de sus aguas y lograr una mayor eficiencia energética con el uso de energías renovables y combustibles alternativos. La tarea es titánica, y el tiempo corre.
A escala internacional, el puerto de Los Ángeles lidera la carrera medioambiental. Hace años que implementó el programa Clean Air Action Plan (2006), con el que ha conseguido reducir las emisiones de contaminantes en el aire un 45%. También Vancouver aspira a convertirse en el puerto más sostenible del mundo y, debido a su entorno natural, ha centrado muchas de sus inversiones en programas como el ECHO (Enhancing Cetacean Habitat and Observation) con la finalidad
El uso de energía renovable, como la energía eólica y solar, para alimentar instalaciones y equipos; la utilización de vehículos eléctricos y bicicletas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; el consumo de combustibles alternativos, como biocombustibles y gas natural licuado, para reducir las emisiones de los barcos que operan en sus instalaciones, y la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales y gestión de residuos para reducir la contaminación del aire y del agua son, grosso modo, las acciones que impulsan, junto a la electrificación de los puertos.
En nuestro país, el plan de empresa de la Autoridad Portuaria de València prevé inversiones hasta el 2025 por valor de 1.098 millones de euros, de los cuales, más de 60 irán dirigidos a proyectos de energías alternativas como la ubicación de plantas fotovoltaicas y aerogeneradores. En Barcelona, además del gran proyecto de electrificación de los muelles por valor de más de 90 millones de euros, el otro gran polo de inversión es el de la instalación de placas solares. Hasta el momento, las instaladas representan 10 MWp,
El potencial fotovoltaico del puerto de Barcelona equivale al consumo de 35.000 familias