Las otras megatendencias
Credit Suisse publicó esta semana su informe sobre las megatendencias que llevan a “reimaginar la inversión”. Además de la silver economy apunta también a la seguridad personal, entendida como asegurar el suministro de comida, la vivienda o la atención sanitaria. También al desarrollo de infraestructuras energéticas, con el foco en el GNL o el agua, las ciudades conectadas y las redes de recarga de coches eléctricos. En el frente tecnológico la digitalización y el uso de herramientas “continúa creciendo a un ritmo rápido”. La computación cuántica, la realidad aumentada, la nube, la automatización industrial y el big data ylaIAenla sanidad centran la atención. Los millennials son otro capítulo, con las empresas que comparten sus valores como beneficiadas. Por ejemplo, aquellas que apuestan por lo verde, desde energéticas a firmas alimentarias. Lo mismo para las plataformas que irrumpen en la forma de comprar o manejar los ahorros. Incluso hay espacio para el lujo, sobre todo entre los jóvenes chinos. La última gran tendencia es la que gira en torno al cambio climático y la búsqueda de las emisiones cero. Con grandes esfuerzos desde EE.UU. y la UE, la mirada hay que ponerla en energéticas que lideran la reducción de la huella de carbono, empresas de tecnología en producción alimentaria sostenible o las automotrices de movilidad sostenible. cia en la industria financiera, además de productos concretos como seguros de renta, planes de pensiones o hipotecas inversas”, expone Alejandro Vidal, responsable de asesoramiento de inversiones de Deutsche Bank. Son alternativas para “transformar el patrimonio en una renta”, que darán alas al sector financiero, la banca privada, y los seguros. Además del empujón del consumidor, el mercado se beneficiará de unos estados presionados por la deuda. “La iniciativa privada será cada vez más decisiva para complementar los sistemas públicos”, dicen en Credit Suisse.
Para el minorista la forma más sencilla de invertir es a través de fondos. “Es muy difícil desde casa recoger el universo completo de inversiones”, piensa Mendaza. Ya hay muchos especializados en el mercado. Generali cuenta con uno propio, el Ageing Population. A modo de ejemplo, no recomendación, el pilar salud cuenta en cartera con Novo Nordisk y Roche, el financiero con Axa y el de consumo con L’Oréal. La renta variable marca el paso, así que no está exento de volatilidad, “pero sin lugar a dudas es una inversión a largo plazo”, apunta Mendaza. “Invertir en envejecimiento puede tener sentido en carteras muy diversificadas, pero en realidad es algo que impacta transversalmente en muchos sectores”, creen en Deutsche Bank. “Bastantes de estas compañías están radicadas en Europa”, completa Vidal.
Desde Abrdn también ponen el foco en China. Sus mayores de 60 se doblarán para el 2027, a 324 millones. Gente más longeva, mayor poder adquisitivo e interés por el bienestar y una vida sana a todos los niveles hacen que “los inversores se fijen cada vez más en el sistema sanitario chino”, destaca Álvaro Antón, responsable de Abrdn para Iberia. “Es enorme y sigue creciendo. Vemos oportunidades en todos los sectores”. Señala el grupo de hospitales oftalmológicos Aier Eye; el fabricante de equipos y accesorios médicos Mindray; y la firma de investigación clínica Tigermed. Todas bien posicionadas para la era de mayor gasto privado y público.
Hay que mirar a lo plateado. “Se le da connotación negativa al envejecimiento. No es así: se quiere vivir más tiempo, estar sano y tener capacidad financiera. Abre oportunidades”, resume Mendaza.