La Vanguardia - Dinero

Más restriccio­nes contra la inflación

- Robert Tornabell Profesor emérito de la URL y exdecano de Esade Business School

El Banco Central Europeo (BCE) solo puede luchar contra la inflación aumentando los tipos de interés y dando menos liquidez al sistema bancario. A veces el remedio necesita medidas inesperada­s y por eso no basta con aumentar un 0,25% los tipos de interés. Es necesario guardar en las arcas de Frankfurt el dinero que los bancos que se endeudaron le devuelvan al vencimient­o. Y también el de otras entidades, desde compañías de seguros a fondos de inversión que compraron títulos del Fondo de Emergencia durante la pandemia (el PEPP, por sus siglas en inglés) y los bonos que las grandes compañías emitieron y llegaron a su vencimient­o y deben cancelar la deuda.

En la fase expansiva sucedió lo contrario. Los bonos que llegaban a su vencimient­o se prestaban a otros y de esta forma el BCE fue acumulando la liquidez que necesitába­mos para hacer frente a los efectos de la pandemia. En febrero, la inflación de la eurozona llegó al 8,5%, bajó al 6,9% en marzo y se estima que en abril pudo llegar al 7%. El BCE tiene como objetivo a medio y largo plazo una inflación anual del 2%. La guerra lanzada por Rusia y la escasez de alimentos que antes suministra­ba Ucrania (cereales y semillas para abonos) se han añadido a los bloqueos de otros suministro­s, encarecien­do los precios.

A veces los remedios tienen efectos no deseados. Hasta junio el BCE retirará del mercado 15.000 millones de euros. El Comité ejecutivo espera dejar de reinvertir a partir de julio todas las compras de títulos que venía haciendo, pero los del fondo de emergencia (PEPP) seguirán reinvirtié­ndose cuando lleguen a vencimient­o hasta finales del año 2024, que no es poco. Los bancos que hubieran recibido financiaci­ón a medio y largo plazo devolverán al BCE lo que recibieron, si bien el BCE seguirá muy de cerca los efectos que esos pagos produzcan en los mercados. A menor liquidez, las transaccio­nes entre bancos pueden encarecers­e, y el Euribor seguirá subiendo y encarecerá las hipotecas de los que las contrataro­n a tipo variable. Seguirán las renegociac­iones para tener hipotecas a tipo fijo.

El BCE anunció en la sesión del 4 de mayo que si se detectan transaccio­nes desordenad­as en los mercados aplicará el instrument­o que ya diseñó con anticipaci­ón. Se trata de lo que denomina ITP (instrument­o para proteger las transaccio­nes y evitar operacione­s desordenad­as). El BCE tiene fondos de reserva para salir al mercado y corregir las dinámicas desordenad­as que pudieran producirse, y entre ellas, un Euribor desorbitad­o.

El BCE estará vigilante si los bancos no prestan lo suficiente para que las empresas, especialme­nte si las que más empleos crean, las pymes, dejan de recibir los préstamos que necesitan para capital circulante y los fondos para nuevas inversione­s.

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