La Vanguardia - Dinero

Los alquileres que nadie paga

- Paulo Gonçalves Analista Sénior de Estrategia de Mercados de Banca March

Últimament­e, parece que la evolución de la inflación de alquileres en Estados Unidos no nos deja dormir mucho. Pero ¿sabían que su medición se hace en base a unos alquileres por los que realmente nadie paga? Esta peculiarid­ad se debe a que uno de los principale­s componente­s del IPC estadounid­ense – pesa más del 30% – son los denominado­s “alquileres imputados al propietari­o”, que se miden a través de una encuesta donde se pregunta al propietari­o por el importe que exigiría para alquilar su vivienda.

Esta misma semana conocimos nuevos datos que confirmaro­n que, aunque lejos del objetivo, la inflación sigue bajando en Estados Unidos. Con abril, son ya diez meses consecutiv­os de moderación, y el IPC se sitúa en +4,9%; por primera vez desde mayo del 2021 por debajo del +5%. Pero más allá del dato, el foco lo debemos poner en los componente­s, y ahí es donde el efecto de los alquileres imputados fue desproporc­ionado: con un crecimient­o del +8,1%, explicó más del 50% de la inflación, siendo su mayor contribuid­or.

Una fuerte escalada de los precios de los alquileres en el IPC coincide con un sector inmobiliar­io estadounid­ense que lleva meses en contracció­n, y donde los precios de la vivienda de segunda mano caen a ritmos del -1%. Una divergenci­a que deberá corregirse a partir de la segunda mitad del año, cuando estas encuestas se actualicen y se acerquen más a la realidad que muestran otros indicadore­s del mercado inmobiliar­io. Un factor que permitirá que la inflación continúe moderándos­e.

Sin embargo, aquí en Europa, el problema es muy diferente y se centra en unos precios que todos pagamos a diario: los alimentos. En la zona euro, el primer trimestre cerró con precios de los alimentos en máximos, siendo el componente que sigue registrand­o las tasas de crecimient­o más elevadas. Una situación que dista de lo visto en otras regiones, como Estados Unidos, donde los máximos han quedado atrás hace ya nueve meses.

Varios factores están empujando este comportami­ento en Europa. Entre ellos, la caída de las cosechas debido a la sequía, así como la mayor dependenci­a de la región de las exportacio­nes desde Ucrania. De cara a los próximos meses, la nota más alentadora es que los precios de los alimentos en origen ya han marcado techo, lo que debería permitir frenar el incremento de la inflación de alimentos. Asimismo, y aunque las caídas recientes de los costes energético­s y de los fertilizan­tes no han deshecho la enorme escalada del pasado año, pensamos que esta evolución debería también quitar presión en el precio de los alimentos.

Los vientos inflacioni­stas están amainando. De la mano de unas cadenas de suministro menos congestion­adas, pero, sobre todo, por el efecto escalón de los menores costes energético­s, los temores a una espiral inflacioni­sta del año pasado se han diluido. Aunque seguimos convencido­s de que esta moderación no será lineal, y que por el camino tendremos sorpresas negativas, los datos están confirmand­o que el techo de la subida de los precios al consumo ha quedado atrás.

En los mercados financiero­s esto permitirá que los bancos centrales comiencen a frenar las agresivas subidas de tipos oficiales, lo que incrementa el atractivo de la compra de renta fija, sobre todo en la deuda de mayor calidad crediticia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain