Rovi busca la fórmula de la pospandemia

La farmacéutica afronta un año de transición tras su acuerdo con Moderna para las vacunas de la covid

Rovi forma parte junto a Grifols de ese pequeño pero constante retén de empresas del Ibex dedicadas a los laboratorios y a la actividad farmacéutica. Esta particular cumbre de cotizadas a golpe de molécula e innovación la completan Almirall y Pharmamar, que han hecho también sus incursiones en el selectivo y que ya funcionan en un nuevo escenario de pospandemia. Tres años después de que la covid recluyese en sus casas a buena parte de la población mundial, las farmacéuticas españolas han vuelto a la normalidad y Rovi no es ninguna excepción. “El presente ejercicio está marcado por un contexto de pospandemia”, es el mensaje que transmiten desde la empresa. Al hablar del 2023 dicen que es “diferente” y de “transición”. La covid va a pasar a ser una “enfermedad estacional”. Fin de una etapa histórica en la que empresas como Rovi han estado a la altura: Moderna la eligió para fabricar su vacuna fuera de Estados Unidos.

Para Rovi, ha llegado el momento de apostar por nuevos productos, potenciar la internacionalización y seguir abriéndose paso en la fabricación para terceUno ros gracias entre otras cosas al acuerdo con Moderna, que va más allá de la covid y que tiene diez años de duración. Las instalaciones de la compañía española en Madrid podrán usarse para dar servicio a futuras vacunas de ARNm de la empresa americana.

El año pasado, el beneficio de Rovi aumentó un 30% y se situó en 199 millones de euros, mientras que los ingresos, de 820 millones, registraron un incremento del 26% y tocaron algo así como la cumbre que remata los años de la pandemia. Al éxito de participar en la lucha contra la covid se sumó una fuerte demanda de heparina, utilizada para prevenir y deshacer coágulos de sangre.

Ahora llega lo que la propia compañía califica de “punto de inflexión”: en el primer trimestre de este año la facturación ha retrocedido un 2% y para el conjunto del 2023 la previsión es que lo haga entre un 10% y un 15%. Es el momento de reorientar una estructura empresarial de casi 2.000 empleados que ha colocado sus productos en más de cien países. Y se buscan oportunidades.

La nueva orientación será uno de los elementos de mayor interés para los accionistas en la junta del próximo 14 de junio. “Nos encontramos en un proceso de transformación que nos va a permitir no solo internacionalizar la compañía y reposicionarla hacia productos de mayor valor añadido, sino también aumentar la capacidad de producción”, afirma el presidente de la empresa, Juan López-Belmonte Encina, en una carta a los accionistas.

Moderna ha ampliado el acuerdo con la empresa española para ir más allá del coronavirus

de los “motores de crecimiento” en tiempos de pospandemia será la división de heparinas, que el año pasado abarcó el 32% de los ingresos y que en la actualidad experimenta un fuerte crecimiento. Rovi tiene dos productos, Bemiparina y Enoxaparina, con los que aspira a convertirse en uno de los líderes mundiales.

Otro de los revulsivos tiene que ver con las innovaciones a través de una plataforma propia de desarrollo de fármacos llamada ISM. Cuenta con dos productos en desarrollo, Risperidona y Letrozol, dedicados al tratamiento de la esquizofrenia y del cáncer de mama, en los que Rovi espera obtener avances este año.

El tercer frente es el de la producción para terceros. Las grandes farmacéuticas mundiales tienden a subcontratar parte de la actividad, lo que crea un mercado mundial con perspectivas de crecimiento anual del 7% hasta el 2027, según un informe de GlobeNewswire.

Rovi tiene la estima bien alta tras el acuerdo con Moderna y está convencido de que tendrá más oportunidades. Ya fabrica para terceros 280 millones de jeringas, 100 millones de viales, 3.000 millones de comprimidos y 30 millones de sobres. Todo un despliegue que el año pasado le aportó el 49% de las ventas.

También hay interés por las alianzas. La más reciente de ellas la cerró a finales del año pasado con el grupo cárnico catalán Càrniques Celrà y con el agroalimentario aragonés Costa Food Group y tiene como objetivo el autoabastecimiento de heparinas.

Las heparinas, la producción para terceros y las innovaciones propias marcan ahora el paso