La Vanguardia - Dinero

Por qué empuja la banca digital

Las entidades nacidas en el online ganan mercado creciendo más allá del público joven

- Luis Federico Florio

Todo se transforma. La digitaliza­ción lleva años marcando la inversión de los bancos y el nacimiento de otros puramente digitales, que han pasado de ser una alternativ­a a una opción más. De hecho, arañan clientes a las entidades tradiciona­les con una apuesta por comisiones más bajas e incentivos al cliente, sobre todo al remunerar el ahorro. También por su comodidad y transparen­cia, defienden desde el sector.

Según la consultora Inmark, en el 2020, el 9% era cliente de un neobanco, los que actúan en exclusiva o casi en internet. Hoy son el 15,9%. “Hay un cambio de tendencia hacia los neobancos, impulsados por las menores comisiones y los incentivos. Hace que sea más atractivo para todos los segmentos de población, no solo para los jóvenes”, asegura Ana Delia Revilla, directora de estudios multiclien­te en el grupo Inmark. “Crecemos cada vez más rápido”, comenta Ignacio Zunzunegui, máximo responsabl­e de Revolut en España y de expansión en el sur de Europa. Es la más potente en el ecosistema, con casi dos millones de usuarios. Quiere ser una “superapp financiera con el banco en el centro”. Que permita invertir, ahorrar, financiars­e, gestionar viajes... “Hace mucho más fácil gestionar el dinero”. Las comisiones son un gancho porque no soportan una estructura grande de personal o sucursales. “Sin costes fijos tan elevados, podemos tener precios competitiv­os y muy atractivos sin impactar en la rentabilid­ad”, dice.

La usabilidad es otro punto a favor. La premisa es tener todos los servicios y oferta de productos sin dejar la pantalla del teléfono o el PC. “Somos más sencillos, más económicos y más rápidos, con la misma regulación y seguridad”, asegura Pablo Reboiro, director general de N26 para España y Portugal. De la mano viene la mayor transparen­cia, obligada: “Al no disponer de oficinas físicas, ofrecen toda la informació­n, incluida la letra pequeña, en su web o app”, apunta Andrea Morales, del comparador HelpMyCash.

En lugar de tantas comisiones de entrada, si se quieren más prestacion­es

Según datos de Inmark, entre los ciudadanos que han abierto cuenta en el 2023 el 14% se decanta por BBVA, líder. Detrás queda Revolut, con el 12,8%, más del doble que el año anterior y por delante de Santander (12,6%). Openbank se queda el 4,4% e Imagin el 3,5%, más rezagadas. “Necesitan ganar volumen de clientes para ser sostenible­s”, plantea Revilla, ya que “una relación de cuenta y/o tarjeta no es suficiente para conseguirl­o”. pueden ir a medida. Usan modelos de suscripció­n, como Spotify. “La gente ya no está dispuesta a pagar por servicios que no necesita ni consiente comisiones ocultas”, expone Reboiro. A cambio de una cuota mensual hay ventajas como devolución de gastos (cashback), inversione­s gratis, mejoras en viajes, retiradas en cajeros ampliadas o seguros. “Accedes a un universo de ventajas”, comenta Zunzunegui.

Pagar por el ahorro es el otro factor clave. Las ofertas se extienden hace meses entre la banca digital. Revolut anuncia una “cuenta flexible” con una rentabilid­ad de hasta el 3,7% TIR –no garantizad­o– con fondos monetarios. N26 tiene una cuenta remunerada al 2,26% TAE, y Orange Bank, una de ahorro al 1,8% TAE. En depósitos, Openbank ofrece hasta un 3,07% TIN a seis meses. “La gran banca no está trasladand­o el alza de los tipos a la remuneraci­ón del ahorro. Somos los que empezamos a ofrecer unas remuneraci­ones atractivas por encima del 2%”, destaca Reboiro. La fórmula sirve a N26 para crecer más de un 50% intermensu­al en captación de clientes, con 950.000 hoy.

El mercado ha quedado dividido entre proyectos nativos en el digital –Revolut, N26– y los ligados a entidades tradiciona­les, como Imagin (CaixaBank), Openbank (Santander) o EVO (Bankinter). Los segundos pueden llamar a clientes más conservado­res: “La asociación con bancos tradiciona­les les genera seguridad, saber que tienen un gran banco como respaldo”, plantean en HelpMyCash. El atractivo de los digitales lleva a que el ahorrador pase de concentrar todo en una entidad a multiplica­rse. Datos de Inmark señalan que un 49,4% de los clientes lo son de varias entidades. De paso tapan algún punto débil, como la falta de tarjetas de crédito o de cajeros propios, lo que acarrea costes si las retiradas son muy habituales.

El tirón va más allá de los jóvenes. “En los comienzos las altas eran del tramo 25-34 años. Luego crecieron por encima, entre 18 y 24, más de 60...”, señalan en Revolut. En N26 “el 70% están entre 25 y 50 años. Atraemos un público amplio”.

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