Interior reducirá el número de escoltas para recortar gastos
Ni siquiera el Ministerio del Interior se va a librar de los recortes. Sus responsables han comenzado a trabajar ya en una reducción de los escoltas asignados a las 1.600 personas que todavía hoy en día disponen de protección con el objetivo de aligerar los 160 millones de euros que el Gobierno emplea cada año en esta misión.
El ministro, Jorge Fernández Díaz, llevó ayer un informe al Consejo de Ministros en el que se detalla que su departamento destina a esas tareas un total de 2.650 policías nacionales y guardias civiles. A ellos habría que sumar los ertzainas, policías forales navarros y centenares de escoltas privados destinados a labores de protección de concejales que pagan Interior y los gobiernos vasco y navarro.
Fuentes próximas al ministro explicaron que, si bien el principal motivo por el que se va a analizar caso a caso la asignación de la protección es la estrechez presupuestaria, la reasignación se puede abordar en mayor profundidad gracias a la nueva situación surgida en el País Vasco a raíz de la tregua definitiva de ETA. Las mismas fuentes explicaron que no se tomarán decisiones genéricas, sino que se analizará la situa- ción de cada uno de los protegidos, la necesidad de que sigan teniendo escolta y, si es así, la dimensión del dispositivo de protección.
El Gobierno vasco se anticipó esta semana al Ministerio del Interior al poner en práctica la decisión de que la Ertzaintza deje de escoltar a los viceconsejeros. Sólo el lehendakari y sus diez consejeros disponen ahora de vigilancia personal.
Entre las personas protegidas figuran, además de los principales cargos del Gobierno y un abultado número de políticos del País Vasco y Navarra, numerosos miembros de la judicatura, algunos empresarios e incluso unos pocos periodistas amenazados por ETA.
Tanto en el Cuerpo Nacional de Policía como en la Guardia Civil han comenzado ya un acelerado trabajo de análisis de sus diferentes dispositivos y las posibles opciones para readaptarlos.
También ayer se hicieron públicos los nombramientos de ocho nuevos jefes superiores de policía, en lo que supone la extensión de una radical sustitución de los mandos policiales. Entre ellos destaca la elección de Miguel García-izquierdo como nuevo jefe superior de Extremadura. García-izquierdo deja la brigada de investigación de delitos monetarios, que dirigía desde el 2006.