Seamos consecuentes
Imagine usted que se hace unas fotos eróticas con su pareja. Su pareja, sin su permiso, las cuelga en un portal. Su pareja empieza a ingresar publicidad de gente que se anuncia en el portal, y se anuncia pues sabe que miles de personas entran allí a verle el culo a usted. De todos los euros que su ex pareja ingresa, no le da a usted, garante del bonito culo, ni uno. Para colmo, su ex pareja no declara ese dinero, sino que lo lleva a un paraíso fiscal.
A gran escala, lo que ha hecho Megaupload viene a ser lo mismo. Megaupload no eliminaba las cuentas de usuarios incumplidores con las leyes de copyright, pese a que sus responsables sabían que la violación del copyright es ilegal. Es más, premió en infinidad de ocasiones a dichos usuarios. No eliminaba esas cuentas porque obtenía ingresos en publicidad gracias a ellas, Y para colmo, blanqueaba ese dinero y evadía impuestos.
Si pretendemos llevar al banquillo a Urdangarin porque ha evadido fiscalmente dos millones de euros, seamos consecuentes y entendamos que los responables de Megaupload van a ir al banquillo porque han evadido más de cien millones de dólares.
Por cierto, me descojono cuando leo que un abogado ha animado a los españoles a poner demandas porque el FBI se ha llevado sus archivos. Porque Megaupload borraba el contenido que no se descargara con frecuencia, imposibilitando el uso del portal para el almacenamiento de documentos personales. Si usted había colgado archivos personales, desaparecieron hace tiempo, así que debe usted demandar a Megaupload, no al FBI.