El otro carnaval
La supresión de la rúa de Barcelona y el cambio del programa de actos de la fiesta previa a la Cuaresma deja a las comunidades latinas sin poder desfilar
La decisión del nuevo gobierno de la ciudad de suspender la gran rúa de carnaval, que se viene celebrando desde los años ochenta, ha dejado a las comunidades latinas de Barcelona en fuera de juego.
El miércoles de la semana pasada, el responsable de Participación Ciudadana, Carles Agustí, reunió en Torre Jussana a un grupo de entidades que participaban en esta rúa principal de la ciudad y les anunció que el Ayuntamiento había decidido descartarla del programa de actos.
Por esa misma razón, las subvenciones que el Ayuntamiento destinaba a financiar las más de cincuenta carrozas que desfilaban –hasta 1.800 euros por grupo participante– no se otorgarán.
El nuevo ayuntamiento ha decidido impulsar una nueva visión “más tradicional” del carnaval reconstruida con el asesoramiento de Albert García Espuche y Xavier Cordomí. Así, convoca la Arribada del Rei Carnestoles –que este año interpretará Tortell Poltrona–, que tendrá lugar el día 18 en el Born, y la Batalla y el Ball de Màscares, que se celebrarán al día siguiente. Alguna de estas tradiciones se remonta al siglo XVI. El día 22 se celebrará el entierro de la sardina.
Este nuevo calendario de las tradiciones barcelonesas descar-
Las entidades latinas buscan acomodo en las rúas de barrio para el carnaval pero no lo encuentran
tó la rúa central porque, en palabras de Carles Agustí, “no hay dinero para todo”.
Y ahí empieza el problema: la rúa de Barcelona, que desde hace algunos años se celebraba en el Paral·lel, se había convertido con el paso del tiempo en uno de los actos en los que la comunidad latina de Barcelona tomaba mayor relieve. Probablemente era el principal acontecimiento de carácter latino. De ahí el malestar de estos colectivos que, a apenas tres semanas del carnaval, saben que no podrán sacar a pasear a sus comparsas.
Algunas entidades tenían puesta su esperanza en que Fem Paral·lel, la asociación que promueve la recuperación de esta avenida, asumiera la organización de la rúa, pero fuentes de esta entidad dan por hecho que sin recursos y con tan poco tiempo es un proyecto inviable.
Otras entidades tratan de buscar ahora acomodo en las rúas de barrio que sí continuarán celebrándose. El problema es que en la mayoría de los casos esas rúas ya están organizadas y al completo. El resultado es un sentimiento de frustración en un asunto sensible.
Las organizaciones latinas preparan para para la próxima semana un comunicado de protesta. “La cultura del 18% de la población es también cultura popular”, sostiene un portavoz de la federación latina.