La Vanguardia

“Si hubiera educación musical, no haría falta tanta subvención”

Daniel Bar e nboi m, director de orquesta y pianista

- MARICEL CHAVARRÍA

Palau 100 llega hoy al cenit de su temporada con el concierto de la Berliner Staatskape­lle dirigida por Daniel Barenboim, uno de los artistas que más arrasan en las taquillas del Palau de la Música –a pesar de su precio, 175 euros en platea– y que en esta ocasión no sólo dirigirá a su compositor de cabecera, Bruckner, en la Sinfonía Wagner sino que se sentará al piano con el concierto Coronación de Mozart. El maestro, coqueto, atiende al teléfono a La Vanguardia desde su hotel de Madrid donde estos días presenta su proyecto Beethoven

para todos, una gira mundial con la West-eastern Divan que se inició en el 2010 en Buenos Aires y de la que el sello Decca puplicará en junio un directo registrado en Colonia, junto a un documental sobre la labor de este incansable músico humanista.

Tiene por delante un año ajetreado: dirige la Staatsoper y la Staatskape­lle de Berlín, y ahora además la Scala de Milán, sin olvidar la gira Beethoven for all... No me lo diga así que me canso. Cuando lo hago no me canso en absoluto, pero dicho así...

¿Le apetece la simultanei­dad? Hacer música da más energía de la que toma. Dirigir una sinfonía de Bruckner no es un esfuerzo físico, es puro placer, y el hecho de estar media hora dirigiéndo­la y horas ensayándol­a es algo que da sentido a la vida.

Y va a cumplir 70 este año. ¡No, eso será en noviembre y estamos a enero!

¿Significa algo la edad? No. Estamos habituados a tener una idea del tiempo objetivo como del subjetivo. Usted y yo nos sentamos a charlar, usted se aburre en mi compañía y dos minutos le parecen dos horas; yo la encuentro graciosa y atrayente y las dos horas me parecen dos minutos. Ambos sabemos que fueron diez minutos pero nos parecieron otra cosa.

Ya veo. El tiempo subjetivo es algo que existe en nuestra imaginació­n y con la edad pasa lo mismo: es verdad que hace dos meses cumplí 69, es la edad objetiva. La subjetiva me dice que tengo que ser honesto conmigo mismo, ya que cuando no te sientes como cuando tenías 22 años será que tendrás al menos 23.

Me consta que escogió para esta noche el concierto Corona

ción de Mozart que le hace sentir “un placer físico incomparab­le en los dedos”. Porque es un concierto virtuosíst­ico en el sentido mozartiano de la palabra. Es algo juguetón, con tantos pasajes brillantes y límpidos.

¿Se lo reserva para cuando necesita más ligereza y sentido del humor en su vida? No, porque, lamentable­mente, en nuestra profesión las fechas y los programas se deciden con mucha anticipaci­ón. En los teatros de ópera es un desastre. ¡Se exagera tanto! Se planea ahora la temporada 2016-17. Quién sabe cómo van a estar los cantantes, qué papeles van a poder todavía cantar, cuáles ya no, cuáles que ahora no pueden luego sí podrán... Pero se tiene miedo de no conseguir las grandes figuras. Es demasiado tiempo de anticipaci­ón.

Y cada vez con menos dinero. La situación económica está muy mal y en España peor que en otros países. Yo no entiendo para nada de economía. Aunque me lo hayan explicado diez mil veces, no entiendo cómo hemos podido llegar a esta situación en el mundo. Pero una cosa sí sé y es que cada vez que sufrimos lo vemos como el derrumbe total y nunca lo es. Yo creo en la eternidad de la especie humana. El problema con la financiaci­ón de los teatros y las orquestas es que no hay educación musical en las escuelas. se aprende de geografía, biología... pero la música no entra. Es sólo por una educación especial que los adultos se convierten en melómanos. Por eso las institucio­nes cuestan demasiado dinero. La música es la cosa más universal que existe y los políticos, al no tener el sentido de la responsabi­lidad de enseñar música como parte de la cultura general, la convierten en algo elitista.

¿Teme que con las próximas elecciones andaluzas se produzca un recorte presupuest­ario que haga peligrar la Fundación Pública Andaluza BarenboimS­aid y su programa educativo? Algunos programas sería menos grave que se cortasen, pero hay

“Cuando la música no entra en la educación se convierte en algo elitista y caro” “Si este Gobierno no considera el conflicto árabe-israelí de su interés, ya se verá” “Hay que lograr que los israelíes acepten la legitimida­d del relato palestino y viceversa”

otros que son una decisión política: como la guardería y la academia en Andalucía (política cultural) o los programas de educación musical en Palestina e Israel, una decisión que depende de la política del Gobierno español y no sólo de una Junta, porque hay prioridade­s en las relaciones exteriores a tener en cuenta. Si este gobierno decide que el conflicto palesti noisarelí no le interesa tanto y quiere cortar, ya se verá si es una decisión políticame­nte justa.

La West-eastern Divan también recibe ayuda de la Junta. La orquesta está profundame­nte agradecida a la Junta y al Gobierno español que la apoyó y no sólo económicam­ente, con pasaportes diplomátic­os sin los que los músicos árabes o israelíes no habrían podido tocar en Ramala o en otros países árabes. Es una decisión política de base.

Se cumplen 12 años desde que la fundó. ¿Se le resisten los muros a la música como embajadora del entendimie­nto? Musicalmen­te ha llegado a un nivel altísimo. En Europa se ha convertido en un mito: Salzburgo, Lucerna, Londres, Berlín... Pero en la región misma no ha podido penetrar. Existe una resistenci­a en uno y otro lado que la ve con un ojo no benigno. Cómo se puede hacer música con los israelíes cuando tienen sus tanques en las afueras de Ramala, dicen algunos palestinos, y algunos israelíes consideran que no se pueden poner en un proyecto que incluya a ambos cuando los palestinos no les dan lo que necesitan. Ambos están equivocado­s: creo que exactament­e eso es lo que hace falta. No vamos a conseguir que los israelíes acepten el relato palestino como un relato justo ni viceversa, pero sí debemos llegar a que tanto los unos como los otros acepten la legitimida­d del relato del otro. Y eso es lo que hace la Divan.

A usted le encanta el fútbol. ¿Cómo vive la rivalidad BarçaMadri­d? Nací en Argentina, he vivido en Londres, París, Berlín, Chicago... y tengo casa en España desde hace 30 años, así que tengo muchas lealtades pero en lo que al fútbol se refiere es sólo para Argentina.

¿Y tiene opinión sobre la violencia en el campo? El deporte tiene que estar por encima de todo esto. Como en lo nuestro: no hay rivalidad nacional en la Divan entre israelíes y árabes. Sobre todo cuando es música de gran profundida­d como es el caso de las sinfonías de Beethoven que tocaremos durante tres años. Tienen una fuerza extraordin­aria.

 ?? RICHARD SCHUSTER / DEUTSCHE GRAMMOPHON ?? Barenboim dirigirá la tercera sinfonía de Bruckner y se sentará al piano para interpreta­r Mozart
RICHARD SCHUSTER / DEUTSCHE GRAMMOPHON Barenboim dirigirá la tercera sinfonía de Bruckner y se sentará al piano para interpreta­r Mozart

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