Grecia, a un paso del acuerdo
Somos optimistas”. Es la declaración que ayer ofrecía un portavoz de Evanguelos Venizelos, ministro de Finanzas de Grecia, a la agencia alemana Dpa. Las palabras pretenden arrojar cierta luz acerca del debate que Atenas y el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) –entidad que representa a cerca de 400 acreedores y aseguradoras internacionales– mantienen abierto desde hace más de una semana. Todo versa acerca de la quita de la deuda griega, la condonación del 50% –unos 100.000 millones de euros– que podría aliviar las cuentas del país. Según los medios griegos, la declaración de intenciones podría estar lista el lunes. La firma del acuerdo cerraría un contencioso que mantiene a Grecia en stand by: sin acuerdo sobre la quita, la troika (formada por el FMI, el BCE y el Consejo Europeo) no dará vía libre al séptimo paquete del plan de rescate, una cantidad que el Ejecutivo de Papadimos espera como un maná: sin ella, no habrá manera de pagarles el salario a los empleados públicos.
El éxito de la quita dependerá sobre todo de cuántos bancos y acreedores de deuda griega estén dispuestos a una condonación parcial. Si aceptan la quita de 100.000 millones, los acreedores canjearán sus bonos por otros a menores intereses. Según informaciones filtradas el viernes por círculos financieros, ese interés podría ser de entre un 3% y un 4,6% a 30 años, muy por debajo del 8% que el IIF reclamaba al inicio de las negociaciones.
Hasta el 2014, el interés sería del 3%. Entre ese año y el 2020, la cantidad subiría al 4%. Y desde ahí, se asomaría al 4,5%. Sin embargo, no todos lo perciben de la misma manera: otras fuentes apuntan a que el aumento del interés dependerá del ritmo de crecimiento de la economía griega.