La Vanguardia

Romney se da un respiro y derechiza el discurso

El favorito intenta convencer de su conservadu­rismo

- MARC BASSETS

Mitt Romney ha acentuado su perfil conservado­r para seducir a las bases republican­as que deciden la nominación. Tras sufrir tres reveses electorale­s la semana pasada, el ex gobernador de Massachuse­tts ha obtenido un mínimo respiro. El sábado se impuso en dos elecciones simbólicas: los caucus o asambleas electivas del pequeño estado de Maine, en Nueva Inglaterra, y un sondeo entre los asistentes al congreso de la CPAC, que cada año reúne en Washington a miles de activistas conservado­res.

Tanto en Maine como en el congreso conservado­r, la verdadera noticia habría sido la derrota de Romney. Se habría interpreta­do como un signo más de sus dificultad­es para alcanzar la nominación del Partido Republican­o para las elecciones presidenci­ales del próximo noviembre. Al ganar, ha evitado los titulares destructiv­os que habrían erosionado su campaña. Este fin de semana ha superado un pequeño obstáculo en una carrera que se prevé larga. Según algunos asistentes en la CPAC, sin embargo, la carrera podría no resolverse hasta la convención republican­a de Tampa, en agosto.

Los últimos resultados no alteran el cuadro. Romney sigue siendo el favorito: ninguno de sus tres rivales –Newt Gingrich, Rick Santorum y Ron Paul– dispone hoy del dinero ni de la capacidad organizati­va del ex gobernador de Massachuse­tts. En la CPAC llamaba la atención la presencia de decenas de voluntario­s de Romney. El candidato es el único con capacidad de competir con posibilida­des en todas las primarias y caucus.

Pero la victoria en Maine y en el el foro conservado­r tampoco alteran otra constante en esta campaña. Romney es el favorito, sí, pero es un favorito endeble, capaz sólo de ganar por la mínima en un estado de Nueva Inglaterra –su feudo político– a un candidato excéntrico, alejado de la centralida­d del Partido Republican­o, como es el congresist­a libertario Ron Paul. Pese a la victoria en la CPAC, los recelos hacia Romney entre las bases no se han disipado. Le reprochan sus cambios de chaqueta en cuestiones que para la derecha son dogma como el matrimonio homosexual o el aborto. Le han puesto bajo sospecha por su pasado pragmático y por su legado en Massachuse­tts, uno de los estados más progresist­as.

Al mismo tiempo, saben que Romney es el candidato con más posibilida­des de atraer al

La victoria del aspirante centrista en el pequeño estado de Maine es simbólica y no disipa las dudas

votante centrista, no afiliado a ningún partido, que suele decidir las elecciones, el mejor preparado para batir a Barack Obama. Rick Santorum, abanderado de la derecha religiosa y vencedor el martes en Minnesota, Misuri y Colorado, asusta a los moderados. El ex gobernador de Massachuse­tts, que hasta hace unas semanas realzaba en sus discursos su pasado en el sector privado y su perfil tecnocráti­co, intenta ahora presentars­e como un conservado­r con pedigrí. “Yo fui un gobernador de Massachuse­tts severament­e conservado­r”, aseguró el viernes ante los activistas de la CPAC. Que esta “contorsión verbal”, como la califica la agencia Reuters, convenza a las bases es otra cosa. El problema de Romney –la falta de empatía, las dudas sobre su autenticid­ad– no ha desapareci­do.

 ?? ROBERT BUKARY / AP ?? Triunfo en los ‘caucus’ de Maine. Mitt Romney, durante un acto de campaña en Portland el 10 de febrero, mantiene el liderazgo claro en la carrera por la nominación
ROBERT BUKARY / AP Triunfo en los ‘caucus’ de Maine. Mitt Romney, durante un acto de campaña en Portland el 10 de febrero, mantiene el liderazgo claro en la carrera por la nominación

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain