Un reventón de agua deja medio Poblenou sin gas
El percance afectó a 534 fincas en las que hay 4.500 clientes, la mayor parte de los cuales anoche seguía sin servicio
Buena parte del Poblenou se ha llenado este fin de semana de agujeros. Equipos contratados por Gas Natural han estado buscando puntos por medio barrio donde extraer el agua que se coló en las conducciones de la compañía tras producirse un reventón, el sábado a mediodía. Como consecuencia del incidente, 534 fincas con 4.500 clientes se quedaron sin gas. Al cierre de esta edición, la mayor parte seguía esperando la recuperación del suministro, dispuesta a pasar una segunda noche sin él. La situación ha sido de especial gravedad para muchos vecinos que han tenido que soportar las gélidas temperaturas de estos días –inferiores a cero grados en la calle a ciertas horas– sin calefacción en sus hogares.
El percance ocurrió el sábado a mediodía. Una fuga accidental de agua a gran presión, en la con- fluencia de las calles Pujades y Marià Aguiló, donde Gas Natural estaba ejecutando unas obras, perforó una conducción de gas y abrió una vía de entrada del líquido en este tubo. El punto del reventón se localizó a primera hora de la tarde y se reparó. Pero el agua ya estaba por toda la red de Gas Natural en una zona bastante amplia, comprendida entre Pere IV, Taulat, Llacuna y Lope de Vega. Fuentes de la compañía aseguraron que en ningún momento hubo peligro. Se cerró la entrada de gas en el área citada y se procedió a extraer el agua. El incidente también obligó a cortar el suministro eléctrico, que en la mayoría de los casos se recuperó la madrugada de ayer.
La operación de restablecer el gas no es sencilla. Como el Poblenou es llano, el líquido se esparció y quedó estancado en muchos puntos. Se hicieron catas para acceder a la red en varios pun- tos y se abrieron vías para extraerlo. Unos trabajos lentos que debían permitir reabrir el suministro en 24 o 36 horas, según se explicó ayer a media tarde. A las 19.30, el servicio se había normalizado en 80 fincas (375 clientes). La previsión es que todas las escuelas hoy puedan abrir.
La zona se dividió en 18 sectores. El dispositivo lo formaron 35 equipos para abrir zanjas, diez para manipular las conducciones y reparar los tubos una vez se extrae el agua –para lo que se han movilizado 15 bombas– y 22 para restablecer el servicio en las fincas. Los efectivos han trabajado toda esta noche. El Ayuntamiento activó los servicios de emergencias sociales para responder a casos de gravedad, sobre todo a personas mayores que necesitaran mantas o estufas eléctricas. Asimismo, se abrió un punto de información en el centro cívico Can Felipa y se habilitó el teléfono 902-330-003.
Muchos afectados expresaron su indignación por lo ocurrido. “Llamé a la compañía, me dijeron que no sabían cuándo podría arreglarse la situación y añadieron que si quería quejarme, que lo hiciera por carta”, lamentó Jordi Llopart, vecino de la rambla del Poblenou. “¿Y mientras tanto –prosiguió–, qué hago, dónde me ducho, cómo hago la comida?”. Magda García, que vive en la calle Llull, tiene a su nieta en casa, a nueve grados. “No puedo hacerle el biberón ni la verdura”, explicó mientras se preguntaba cómo en el centro cívico se limitaban a “tomar nota y darnos un número de teléfono de información”. Pero no todo son hogares. El cierre del gas ha afectado también a negocios como el de Emili Puchal, de comidas preparadas en el mercado del Poblenou. “No podemos cocinar nada –lamentó–, esto nos va a salir muy caro”.
Otros se lo tomaron mejor. Es el caso de Patricia Mansilla, de la calle Pujades. “Habría sido peor quedarse sin luz; si no podemos usar la cocina, calentaremos la comida en el microondas, y si no hay manera de hacerse un café, tomaremos un poleo menta, y para abrigarnos, mantas”.