El hueco se abre a diez puntos
Nueva remontada blanca ante un correoso Levante que se quedó con diez con 0-1
El Madrid consumó los diez puntos de ventaja con otra remontada, la enésima de la temporada, ante un Levante duro de pelar, que demostró el porqué de su cuarta plaza con un estajanovista ejercicio defensivo que sólo saltó por los aires al quedarse con uno menos al filo del descanso por expulsión de Iborra.
La jugada resultó decisiva. El Levante se había adelantado a las primeras de cambio con un gol a balón parado mal defendido por el Madrid, que tiene una sangría en ese tipo de acciones, que deberían ser el abecé del fútbol, pero que para los blancos se han convertido en un misterio indescifra- ble. Sin jugar mal, el Madrid atornilló al Levante a su área, pero durante la primera parte le faltó un punto de frescura en su juego para asaltar la muralla de hasta ocho y nueve defensas granotas en el área pequeña.
En días como ayer los de Mourinho echan mucho en falta a sus dos jugadores con más desborde por la banda: Di María y Marcelo, dos alborotadores de primera y los dos lesionados. Y no es lo mismo Di María y Marcelo que Arbeloa y Coentrao, ambos igual de negados para centrar con sentido.
Tampoco ayudó al Madrid que Mou prescindiera de inicio de Kaká para jugar con dos puntas: Higuaín y Benzema, con lo que el atasco en el área del Levante era de los del metro en hora punta.
El Madrid tocaba y tocaba el balón, pero no acertaba con el último pase y siempre acababa perdiéndolo, demasiado obstinado en tratar de entrar por el centro, lo que convertía su juego en una especie de ley del embudo.
El Levante, que se había adelantado en un saque de falta peinado hacia atrás por Ramos y cabeceado por Cabral en el segundo palo, pudo tener su momento de gloria mediado el primer tiempo en un remate tremendo de Koné que sacó muy bien Casillas.
Ahí acabó su capacidad de dar la sorpresa. Para más males, su eficaz labor de zapa defensiva se fue al traste cuando parecía a punto de alcanzar su objetivo de llegar al descanso 0-1. De la manera más tonta y absurda, Iborra
TRIPLETE DE CRISTIANO El portugués volvió a marcar tres goles, el último espectacular, y ya lleva 27 en la Liga LA FINAL DE COPA Instado por los ultrasur, todo el Bernabeu coreó con fuerza: “La final de Copa no se juega aquí”
embolsó con las manos un centro colgado al área y Undiano pitó penalti y le mostró la amarilla, que era la segunda. Cristiano marcó de cañonazo, su gol número 25, y el Levante tuvo que afrontar todo el segundo tiempo con un jugador menos.
La segunda parte fue muy distinta. Todo lo que el Madrid había sufrido para marcar se trocó en facilidades. Cristiano anotó el segundo tras un gran centro de Higuaín en el minuto 4, y el propio portugués hizo el tercero poco después en un tirazo fuera del área que cogió comba y bajó muy rápido para entrar por toda la escuadra, el gol número 27 de Cristiano y uno de sus mejores en toda la temporada. Para terminar las dudas, el Bernabeu coreó con fuerza el nombre de Cristiano, que celebró el tanto por todo lo alto, abrazado a sus compañeros.
El gol mató el partido pero no el ánimo del Levante, que consiguió el 3-2 en una contra de Koné. Fue una reacción tan valiente como efímera, porque el Madrid hizo el cuarto enseguida, esta vez por obra de Benzema, de nuevo el delantero más gris.
A salvo el resultado, el Bernabeu dedicó el resto de la noche a celebrar los diez puntos de ventaja, a corear el nombre de Mourinho, que se pasó todo el partido en la banda, y sobre todo a corear un cántico que surgió de los ultrasur y se extendió por todo el estadio como un reguero de pólvora: “La final de Copa no se juega aquí. La final de Copa no se juega aquí”. Pero esto se sabrá hoy.