La Vanguardia

La marina de EE.UU. dispara a una pequeña nave en aguas del Golfo

- FRANCESC PEIRÓN

La tensión que se acumula en las relaciones entre Irán y Estados Unidos provocaron que ayer hubiera fuego real en el golfo Pérsico. Según fuentes del Pentágono, un buque de la Marina disparó cerca de la costa de Dubái contra una motora que hizo caso omiso a los reiterados avisos de que ce- sara en su aproximaci­ón. Una persona murió y otras tres resultaron heridas, afirmaron fuentes diplomátic­as. Un equipo de seguridad a bordo del Rappahanno­ck, un buque de suministro, fue el que se encargó de abrir fuego. Los tripulante­s de la motora, siempre a partir de esta versión, no sólo despreciar­on las advertenci­as sino que prosiguier­on su rápido acercamien­to.

En el comunicado oficial se subraya que, siguiendo los procedimie­ntos reglamenta­rios, los marineros emplearon en primer lugar la radio. Luego echaron mano de “medios no letales”, como las luces, antes de hacer uso, ante la falta de respuesta, de ametrallad­oras con munición del calibre 50.

No se dieron más detalles sobre lo ocurrido, ni se mencionó en momento alguno que el incidente se saldara con una defunción. Algunas fuentes, citadas por Associated Press, indicaron que el origen de la refriega estaría en un error de apreciació­n, en parte debido a la proximidad a las aguas del Golfo bajo jurisdicci­ón iraní.

Todo apunta a que los ocupantes eran civiles. Motoras muy similares se utilizan en esa zona pa- ra salir a pescar. Sin embargo, hay constancia de que la Guardia Revolucion­aria de Irán también cuenta con este tipo de naves, relativame­nte pequeñas pero con gran facilidad de movimiento.

Un numeroso grupo de policías de los Emiratos navegó hasta el lugar y se hizo cargo de la embarcació­n, de unos nueve metros y tres motores a bordo, con su casco blanco agujereado por los

Un muerto entre los ocupantes de la motora de pesca, similar a las que usa la Guardia Revolucion­aria iraní

proyectile­s. Lo custodiaro­n hasta un pequeño puerto de Dubái en el que mayoritari­amente atracan los pescadores.

“El incidente está bajo investigac­ión”, remarcó en una nota Greg Raelson, uno de los responsabl­es de comunicaci­ón de la Marina. De forma rutinaria, los buques estadounid­enses se cruzan en las aguas internacio­nales del Golfo con barcos iraníes. Pero estas aproximaci­ones de embarcacio­nes rápidas ya habían causado alarma en el Pentágono.

La tensión se ha elevado esta última semana, después de que Teherán renovara su amenaza de cerrar el estratégic­o estrecho de Hormuz. Esta es una de las rutas mundiales más transitada­s en el suministro de petróleo.

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